«Es un pastel muy curioso. En su elaboración se utiliza lo que ha sobrado del día anterior», explica el confitero ganador
ACTOS EN EL QUE HA PARTICIPADO COMO JURADO LUIS MIGUEL PÉREZ ADAN, CRONISTA OFICIAL DE CARTAGENA (MURCIA)
La Confitería San Vicente gana el concurso ideado por la Cámara para recuperar un pastel muy popular antaño y hacerlo símbolo gastronómico.
Si La Roda tiene sus famosos miguelitos como seña de identidad gastronómica, Cartagena aspira a que la suya sea el marybruni, un dulce de tartaleta hojaldrada, pasta de almendra y jalea de manzana. Y, además, vinculado al no menos elogiado café asiático. La carrera de fondo para conseguirlo comenzó ayer en la Cámara de Comercio con la deliberación del concurso convocado por dicha corporación para elegir la versión del marybruni más idónea para comercializar, entre las ocho presentadas por otros tantos obradores.
El pastel elaborado por la Confitería San Vicente fue el elegido en una cata a ciegas en la que, entre otros, participó uno de los cuatro cronistas oficiales de Cartagena, Luis Miguel Pérez Adán. El historiador recordó que poco se sabe del marybruni original, salvo que es un pastelito de hojaldre creado por algún confitero local a principios del siglo XX y dedicado a una cantante y vedete italiana que se hacía llamar Mary Bruni y que pasaba largas temporadas en Cartagena. Junto con la Asociación de Modernista, sigue indagando sobre su origen.
Receta abierta
El nivel de los pasteles presentados a concurso fue «alto», destacaron los miembros del jurado. El segundo más votado fue el de La Campana. Completaron el cuadro del concurso las confiterías Gallego, Pani, Balbino López, Emilio Marín, Pozo de los Palos y Fulgencio Sánchez. En la elección final pesaron, junto con el sabor y la textura, factores como la similitud a la receta más antigua conocida, su forma redondeada y un tamaño idóneo para degustar con facilidad.
La receta elegida por el jurado es la que el pastelero Antonio Sánchez conserva de su abuelo Pepín, que aprendió el oficio en el obrador de la Royal. Y destaca que lo más curioso de ella es que es abierta y susceptible de que cada maestro pueda darle su toque personal mediante la combinación de ingredientes.
«La base del marybruni es el aprovechamiento de pasteles que te quedan del día anterior, como el pan de calatrava Una mouse o un merengue tienen una receta fija, el marybruni no. Admite desde un cruasan del día anterior hasta un trozo de roscón. Es un pastel muy curioso», asegura Sánchez, que lleva tiempo subiendo el nivel a la confitería tradicional cartagenera combinando recetas de siempre con innovaciones, como el bombón de asiático.
En el caso de San Vicente, que recibirá un premio en metálico de 1.500 euros, su receta llevaba tiempo en el cajón. Dejó de venderse porque los gustos cambian influidos por la pastelería industrial y de bajo precio que imponen las grandes superficies. Antonio Sánchez espera ahora que el concurso de la Cámara vuelva a situar el marybruni en un lugar destacado en los expositores de las dulcerías locales.
En el jurado convocado por la Cámara de Comercio hubo representación del Ayuntamiento, el Instituto de Turismo de la Región de Murcia, la Asociación Modernista de Cartagena, los Cronistas de Cartagena, la firma Asiático Shop, la Armada Española por medio de la Fuerza de Acción Marítima, la Dirección General de Comercio de la Comunidad Autónoma y LA VERDAD.