POR OSCAR GONZÁLEZ AZUELA, CRONISTA OFICIAL DE LAGOS DE MORENO (MÉXICO).
DE: RENATO LEDUC
PARA: OLGA SÁNCHEZ CORDERO
Sabia virtud, conocer el tiempo… suspiro y recuerdo aquellos tiempos, pero hoy al escucharla improvisar me he quedado aterrado. Si bien en la Corte de la que estuvo como ministra nunca fue brillante, tampoco puedo decir que trastabilló como lo hizo usted ayer, y la cito textualmente:
“Pausar no es frenar, es una pausa. Pausa, periodo de tiempo en el que no se resuelve una situación, sino que después de un periodo de tiempo se continúa -ahí está el detalle chato, cortesía de Mario Moreno, aquí a mi lado-; pausa para mí no es cortar una relación, al contrario, es una pausa”.
Todo lo anterior lo ha dicho usted, como para proteger al indefendible, y lo hace como presidenta del Senado de la República, defendiendo a quien debería ser visto como su par, como presidente de otro de los poderes del estado.
Póngase en orden doña Olga, si de amor y dolor alivia el tiempo, también hay que saberse desatar a tiempo para no andar en los desvaríos que hoy usted nos proyecta, todo por no haber sopesado el correr del tiempo que tan acremente en su sonrisa asoma, así como en la inclinación de sus hombros, antes natural por su estatura, hoy exagerada al ver pasar frente a usted a ya sabe quien. Tan fácil que hubiera sido conocer el tiempo, su propio tiempo; pero qué necesidad de haberse trepado al barco.
Y hoy que de amores -al poder- ya no debería tener el tiempo, vemos que lo añora tan a destiempo que creo, acabará usted arrepentida y deseosa de contar, con la dicha inicua… de perder el tiempo.
Mexicanos: todos a valorar el tiempo, porque hay uno al que ya se le fue y como que no se ha dado cuenta.
Renato Leduc