POR ANTONIO BRAVO NIETO, CRONISTA OFICIAL DE MELILLA.
El patrimonio arquitectónico de Melilla está compuesto por sus principales edificios y trazado urbano, pero también por la imagen histórica de lo que la ciudad ha sido a lo largo del siglo XX. Por ello también forma parte de este patrimonio aquellos proyectos que nunca se llegaron a ejecutar, y los edificios que habiendo sido construidos ya no se conservan debido a su demolición. Hoy escribiremos sobre dos edificios singulares que hacían diferente la visión del puerto, y sobre todo de las murallas de Melilla la Vieja, donde estuvieron adosados en su día. El primero fue un edificio que sirvió para dependencias de la Junta de Fomento, y en el que se agrupaban los servicios de recaudación, arbitrios, comisaría portuaria, buzos, vigilancia, etc.
Foto: Archivo A. Bravo Nieto.
El historiador don Antonio Bravo Nieto vuelve a ilustrarnos con el recuerdo de dos edificios modernistas hace tiempo desaparecidos: el de la Junta de Fomento y el de la nueva Pescadería, ambos adosados a las murallas de Melilla la Vieja.