POR JOSÉ SIMEÓN CARRASCO MOLINA, CRONISTA OFICIAL DE ABARÁN (MURCIA).
Viene bien cambiar el clásico refrán español y decir que “lo que bien empieza, bien acaba” para titular una crónica de lo que fue el pistoletazo de salida de los actos programados por la Junta de Hermandades para celebrar la Semana Santa de 2022, sin duda, la más esperada después de mucho tiempo, pues las inclemencias del tiempo del año 2019 y la pandemia los dos últimos años nos han robado algo tan entrañable y arraigado como son los desfiles procesionales y todo lo que les rodea.
Pues parece que, por fin, aunque sea con mascarillas tapando los rostros nazarenos y con otras medidas sanitarias, los tronos saldrán por nuestras calles en esta primavera.
Pero, antes de que llegue ese Domingo de Ramos, luminoso y azul como ningún otro domingo, la Junta de Hermandades ha programado una serie de actos que sirven como preludio. Y el primero fue la presentación del nazareno del año y del cartel de este año. Y hay que felicitar a los organizadores por lo cuidado del acto, por los detalles que lo salpicaron desde el protocolo hasta la decoración del escenario pasando por la música y todo el entramado técnico. Un buen y prometedor comienzo.
No es el momento de hacer una crónica de todas las intervenciones, muchas y muy sentidas, pero sí de destacar el fondo de todas ellas, el denominador común que las recorrió y este fue la voluntad de colaboración desinteresada en beneficio de nuestra Semana Santa. Y eso es lo que viene demostrando desde que era un niño el nazareno de honor, José Ángel Martinez o Tomás Gómez, el presidente de la Hermandad de la Samaritana, o Piti que dedica horas y horas a montar un video conmemorativo o Carmelo Gómez, presidente de la Santa Cena, motivo del cartel, o Luis Fernández, pintor de renombre, siempre dispuesto para lo que Abarán le pida o Juanita Erena que recibió un homenaje más que merecido por tantos años de disponibilidad para presentar todos los actos que la Junta de Hermandades le ha encargado. Fue, sin duda, su intervención lo más emotivo del acto y puso a todo el teatro en pie al acabar sus palabras cargadas de sentimiento y sinceridad. Al llegar este momento de despedirse de esta actividad que ha mantenido durante tantos años, echó mano de unos versos de la escritora nicaragüense Leda Fuertes que nos emocionaron a todos:
Aquí no hay viejos
Solo que llegó la tarde.
Viejo es el mar y se agiganta.
Viejo es el sol y nos calienta.
Vieja es la luna y nos alumbra.
Vieja es la tierra y nos da vida.
Viejo es el amor y nos alienta.(…)
No hay palabras más acertadas para expresar ese sentimiento de que una edad avanzada no supone ya una existencia vacía e inútil. Juanita se emocionó y emocionó. Y es que ella ha sido y es un buen ejemplo de cariño por este pueblo, un cariño que no se queda en palabras sino que ha demostrado con una actitud de disponibilidad para todo aquello que se le ha pedido. Si su talento era una voz deliciosa, pues ya se puso ante los micrófonos en aquella emisora La voz del Valle de los años 60, y desde allí hasta ahora, ha presentado innumerables actos, sin hacerse de rogar sino diciendo sí a todo el que se lo ha pedido.
Y ese es el secreto para que un pueblo funcione y vaya para adelante, el que cada uno ponga sus talentos al servicio de la comunidad. Y todos tenemos algún talento y es lo que yo repito siempre a quien me habla de mi capacidad para escribir o hablar bien, pues les respondo que, si este es mi talento, cada uno debe buscar el suyo: coser, bordar, hacer manualidades, tocar un instrumento, hacer arreglos florales, cantar, bailar, pintar, esculpir, actuar, … y un largo etcétera en el que ninguno de los talentos es superior a los demás, sino que todos son imprescindibles para que un pueblo no se convierta en pueblo dormitorio y pierda su identidad.
Pues la Semana Santa es un buen tiempo para poner en juego todas estas capacidades, pues, para conseguir la brillantez que se merece, el andero debe poner su hombro, quien sabe tocar el tambor o la corneta debe ya empezar a ensayar, el nazareno debe ir preparando ya la túnica, quien sabe adornar los tronos debe ya ir pensando en cómo combinar las flores este año, y así sucesivamente pues estas celebraciones exigen cientos de voluntades dispuestas para una misma finalidad, la de que Abaràn viva su Semana Santa con tanta intensidad como devoción, con tanta solemnidad como esplendor. Los que nos precedieron y los que vienen detrás nos lo agradecerán.
FUENTE: https://radioabaran.com/jose-s-carrasco-lo-que-bien-empieza/