En la noche del 12 de marzo de 1857 se estrenaba en el teatro de La Fenice, en Venecia, la ópera del maestro Giuseppe Verdi (1813-1901), “Simón Boccanegra”, basada en la obra homónima de nuestro poeta y dramaturgo, Antonio García Gutiérrez (1813-1884). Adaptada del mismo modo que lo hizo con “El trovador” para su popular ópera “Il trovatore”. De esta manera, Verdi, volvía a tomar un drama del chiclanero para una de sus óperas más queridas, más elaboradas y que supuso un cambio en su carrera; de hecho, en 1881, volvería a revisarla y reescribirla con otro libretista, Arrigo Boito (1842-1918). Actualmente es esta última versión la que se representa en todos los teatros del mundo.

El estreno fue un fiasco. El propio Verdi llegó a decir: “Creía haber hecho una cosa aceptable, pero ahora parece que me he equivocado”. Sin embargo, no lo estaba. La ópera “Simón Boccanegra” se ha convertido, a lo largo de los años, en una de sus obras maestras de mayor calidad por su contenido musical y literario: sentimientos de amor filial, pasional; venganza, pasiones políticas… No hay que olvidar que es uno de los dramas más conseguidos de nuestro vate, con una extraordinaria fuerza dramática. A Verdi le gustó y así quiso preservarla en su obra.

Cuando se estrenó en Madrid (1861), Antonio García Gutiérrez exigió los derechos de autor al empresario del Teatro Real. Este se negó en un principio y fue denunciado. También en Francia, el gran Victor Hugo (1802-1885), tuvo que hacer lo mismo con sus obras “Hernani” y “Lucrezia Borgia”, adaptadas por Verdi y Donizetti (1797-1848).

Bibliografía:

-Aragón Panés, J. L. (2011): “Antonio García Gutiérrez, crónicas para una biografía”. Imp. Alograf S. L. Chiclana de la Frontera.

FUENTE: https://www.facebook.com/joseluis.aragonpanes