ARTÍCULO QUE CITA A JOSÉ MANUEL TROYANO VIEDMA, CRONISTA OFICIAL DE BEDMAR Y GARCÍEZ (JAÉN).
La provincia de Jaén es un referente en Andalucía por sus cronistas oficiales.
Es un profeta del pasado, porque recupera viejos papeles y los da a conocer. Un notario del presente, porque levanta actas de lo que ocurre en la actualidad y es fedatario porque deja para el futuro lo que va encontrando. Con estas palabras definía el recordado Vicente Oya la tarea del cronista oficial. Pueblos y ciudades cuentan con este recurso, muchas veces poco conocido y apreciado, pese a que su labor callada redunda en beneficio del conjunto de la provincia. Se trata de una institución relevante. Buena parte de quienes conforman el gremio pertenece a la Asociación de Cronistas Oficiales Reino de Jaén.
El cargo de cronista oficial es totalmente honorario, por lo que carece de remuneración y ánimo de lucro. No es obligatorio que los municipios cuenten con él, de manera que está ausente en algunos lugares. Otra curiosidad es que puede existir incluso en poblaciones menores que no son ni siquiera municipios. El nombramiento corresponde a la Corporación Municipal, con el requisito de que exista unanimidad plenaria. Se valoran los méritos del candidato y una vez nombrado, se supone que el puesto es vitalicio. De hecho, la destitución, debería estar justificada, aunque en ocasiones se han dado ceses, incluso con conflictos sonados y, en ocasiones incluso con pleitos de por medio para buscar el desagravio.
Como curiosidades, en algunos municipios, como Lopera o La Carolina hay dos cronistas. Algunos de los responsables, en ocasiones, tienen encomendados varios municipios. Es lo que ocurre con el sacerdote Juan Rubio, encargado de las funciones de cronista de Fuerte del Rey y Escañuela. Por otro lado, la presencia de mujeres es minoritaria, aunque existen varias cronistas entre los 66 que se contabilizan actualmente en tierras jiennenses. Uno de los principales motivos de tal desigualdad es que, al tratarse de un cargo para toda la vida, salvo los raros casos de cese o de dimisión, muchos de los nombramientos realizados en décadas pasadas fueron a investigadores varones. Por otro lado, en cuanto al perfil, por los mismos motivos, predominan los mayores, aunque hay una nueva hornada de personas de mediana edad. Predominan los docentes, aunque no hay ninguna regla que diga que los cronistas deben tener estudios universitarios, pues basta con que conozcan la historia local y que estos méritos se valoren.
Precisamente, la cuestión de la elevada edad propicia que se produzcan fallecimientos. Entre los últimos, los de José Luis Quero, cronista de Mancha Real; Ginés de la Jara Torres, de Torreperogil y Sabiote, y Rafael Lizcano, de Espeluy. Estas desapariciones suponen que, a veces, las funciones queden vacantes. Por ejemplo, después de morir Vicente Oya, que era cronista de la provincia, de Jaén capital y de Cambil, solo se ha designado a su sucesor en este último caso, de manera que la ciudad y la provincia siguen sin cronista. Tampoco existe el cargo en algunos municipios importantes, por ejemplo Linares y Bailén.
El presidente de la asociación Reino de Jaén es Juan Carlos Castillo, catedrático, y cronista de Torredelcampo. Fue elegido en 2018 y no tiene claro si se presentará a un nuevo mandato en el congreso previsto para junio en el Hospital de San Juan de Dios de Jaén. Destaca el peso de Jaén como una de las provincias andaluzas con más cronistas, entre los que hay una importante representación de miembros de la asociación nacional, más conocida por su sigla, Raeco. Castillo valora la presencia de personas de enjundia, entre las que puede citarse al bedmarense José Manuel Troyano, quien fue nombrado, meses atrás, miembro de honor del mencionado colectivo español. Juan Carlos Castillo considera que lo deseable sería que los 97 municipios contaran con su cronista, aunque reconoce que no puede obligarse a un ningún ayuntamiento a nombrarlo. Como mucho, puede pedírsele.
La figura, admite, solo está regulada en algunos ayuntamientos. Indica que, a diferencias de otras épocas, el cronista no narra la actualidad, algo que corresponde a los periodistas, aunque con frecuencia algunos de ellos estén vinculados con medios de comunicación. Respecto de las funciones de los cronistas oficiales dice: “Somos personas que asesoramos desde el punto de vista cultura, científico, patrimonial. Se nos suele pedir opinión y colaboración. Presidimos muchos actos públicos y se nos llaman para pregones”. Añade que también se brinda asesoramientos y consejos y se prestan funciones de guía. En el plano protocolario, los municipios suelen solicitar a sus cronistas la preparación de actos institucionales o la elaboración de un reglamento de honores y distinciones. Juan Carlos Castillo pone el acento en la misión de custodios y promotores de los archivos históricos y en la protección del patrimonio del municipio.
Las investigaciones suelen aparecer en publicaciones, a menudo difundidas en congresos, ya sean locales, comarcales, provinciales, regionales, nacionales o internacionales. Las conferencias a cargo de los cronistas son igualmente frecuentes. En cuanto a la asociación provincial, en años alternos se celebran encuentros y congresos. Un convenio con la Diputación facilita este funcionamiento. “Somos una asociación consolidada. Hacemos muchísimas cosas, como puede verse en las memorias anuales”, afirma el presidente. Estas reuniones representan un cauce para la comunicación entre los cronistas. El diálogo se ha mantenido incluso en lo peor de la pandemia a través de vías telemáticas.
Actualmente, el “gobierno” de los cronistas, aparte de Juan Carlos Castillo, se compone de vicepresidenta, María José Sánchez; la tesorera, María Teresa Murcia; el secretario, Victoriano Muñoz, y varios vocales. El de Publicaciones es Manuel Antonio Cardeña; el de Actos, Bartolomé Cartas; el de Investigación y responsable de la página web, Jacinto Mercado, y el de Comunicación y director de Crónica Digital, Francisco José Pérez-Schmid. Asimismo, se dispone de un consejo asesor compuesto por diez nombres. Son Antonio Recuerda, Carlos Ramírez, José Carlos Gutiérrez, Manuel Medina, José Luis Pantoja, José Luis Chicharro, Ildefonso Alcalá, Jesús López y José Joaquín Martínez.
En cuanto a la Real Asociación Española de Cronistas Oficiales, se constituyó en Ávila el 24 de junio de 1978, como culminación de un proceso comenzado en Madrid dos años atrás. El colectivo surgió como sucesor del Cuerpo General de Cronistas Oficiales de España. El objetivo marcado en su constitución fue la puesta en valor de esta figura y la contribución a la coordinación entre los diferentes cronistas oficiales del país. En la actualidad, sus miembros son cerca de trescientos, procedentes de toda la geografía nacional. Fruto de su labor de difusión y promoción periodística de la cultura son los más de 35 congresos y encuentros nacionales por ella organizados, y la veintena de títulos publicados, entre monografías y recopilaciones de ponencias y artículos. Desde el 7 de marzo de 2008, posee el título de Real, concedido por el monarca Juan Carlos I, nombrado presidente de honor y Primer Cronista del Reino. El actual jefe del Estado, Felipe VI es miembro de Honor de la Raeco. En la directiva actual aparece como vocal el baezano José Luis Chicharro. Juan Antonio Alonso, del municipio madrileño de Leganés, es el presidente para el mandato comprendido entre los ejercicios 2021 y 2025.
FUENTE: https://www.diariojaen.es/provincia/notarios-del-ayer-y-del-hoy-IK8297192