POR RAFAEL ÁLVAREZ RODRÍGUEZ, CRONISTA OFICIAL DE VILLACASTÍN (SEGOVIA).
La guerra, ésta vez en Europa, ha entrado una vez más en nuestras vidas a través de los televisores y los móviles, que diariamente nos transmiten multitud de imágenes de ambos contendientes que preparan videos con noticias falsas y amañan mensajes, en uno de los cuales el líder más débil se dirige a su pueblo para pedirle que se rinda y éstos difunden imágenes que pueden ser reales o no y todo ello forma parte de la guerra que a 28 días de su inicio, la primera víctima es la verdad. En los diferentes informativos entrevistan a generales que por sus destinos y cometidos han estudiado, pensado y publicado sendos ensayos sobre Estrategia, Armas y tácticas. Las guerras han evolucionando desde la quijada de Caín, las espadas de cobre, bronce, hierro o acero, la aparición del arco, el uso del estribo, la pólvora, las galeras, la dinamita, el mosquete, el fusil, la ametralladora, la Artillería de largo alcance, los tanques, la aviación, el submarino…etc., y tantos y tantos inventos que condicionaron o pudieron condicionar el resultado de una guerra. Es cierto que en las aludidas entrevistas es complejo contestar las preguntas, pues les falta información y desconocen los planes del agresor, pero cuentan lo que ven, que se agrietan los neumáticos de los camiones rusos por su larga exposición al sol y la falta de mantenimiento, aparecen muchas averías en motores y los abandonan o en el peor de los casos son destruidos con drones dirigidos a distancia por soldados bien instruidos, mediante un ordenador. Viendo las imágenes de la llegada del misil y el resultado de la destrucción no puede dejar a nadie indiferente.
En éste sentido recuerdo que , nada menos que hace 47 años, dando un paseo por el Regimiento de Instrucción de Ingenieros de Hoyo de Manzanares, había aparcado un carro de combate M-47(americano), con cuyo conductor, un soldado de Reemplazo de Infantería, entablamos conversación. Tenían que hacer unas pruebas con el carro y con la inconsciencia de la juventud, nos invitó a dar un paseo que aceptamos. Al finalizar nos confesó que él nunca iría a combatir como tripulante de un carro. Entonces las armas contra carro eran las de la Segunda Guerra Mundial y éste ya conocía muy bien los efectos para la tripulación. La tripulación del carro no ve al adversario que maneja el ordenador, ni se dan cuenta de la llegada del misil que incidiendo en el punto débil del carro, le hace saltar por los aires.
La opinión sobre la guerra es unánime, nadie en su sano juicio ama la guerra y hay personas que han dedicado su vida a estudiarlas en sus formas, causas y efectos, como fenómeno social y me refiero a la Polemología de Gastón Botull y a pesar de éste empeño, nadie a día de hoy, ha podido evitarlas y a pesar del intento de poner reglas que mitiguen las consecuencias, no son respetadas, lo que implica responsabilidades a los criminales de guerra.
Así los historiadores estudian las guerras y tratan de explicar por qué tuvieron lugar, cuáles fueron las consecuencias…etc., y pueden opinar sobre la deshumanización, el terror que producen, que nada hay más funesto que la guerra…etc., pero dado que las guerras son una constante en la humanidad, hay personas que dedican su vida a la milicia y ante ésta guerra que se esperaba que acabara en dos días, estudian desde el minuto uno, toda la información disponible, al objeto de prever si en un futuro sufriéramos una invasión, como debería estar preparada la sociedad es decir “…Si deseas la Paz, comprende la guerra…” (Liddell Hart).
No deja de sorprenderme el juicio que se ofrece, no ya sobre guerras de hace 1000 años, sino de hace tan solo 86, atribuyendo el desencadenamiento de la Guerra Civil (Dios quiera que sea la última) a un bando, cuando evidentemente la responsabilidad fue de todos y mientras esto no se comprenda seguirá abierta la herida. Y es que cada uno cuenta la historia según el lugar que ocupa en el desfile y al posicionarse con uno de los contendientes se pierde la imparcialidad por lo que sigo pensando como Oscar Wilde, que lo único que precisa la Historia es reescribirla.
A pesar de la resistencia evidente del pueblo ucraniano hay unanimidad al pensar que no pueden ganar, pero sigue vigente que “…En la guerra como en el amor, para acabar, es necesario verse de cerca… (Napoleón)” y que con seguridad, los analistas, los responsables de las Fuerzas Armadas, como han hecho durante generaciones, estarán estudiando todos los datos posibles, procedimientos, armas utilizadas, los métodos para preparar moralmente a los combatientes…etc., y los historiadores cuando pase el tiempo, escribirán sobre las causas que llevaron a iniciar ésta bárbara y cruel guerra y las consecuencias de la misma.
Creo que no me equivoco al decir que me han producido viva emoción los rituales, la fe, la convicción del pueblo de Ucrania por el amor a su tierra y la LIBERTAD y tengo dudas sobre los valores que se estarían inculcando a nuestra sociedad.
FUENTE: https://www.eladelantado.com/opinion/tribuna/todo-en-la-guerra-es-una-guerra/