POR FRANCISCO JAVIER GARCÍA CARRERO, CRONISTA OFICIAL DE ARROYO DE LA LUZ (CÁCERES).
Decía la revista Vanity Fair que el 20 de abril de 1992 España se convirtió en el “lugar más divertido del mundo”. Lo que no sabía esa revista es que, como venía sucediendo desde hacía cientos de años, ese mismo día en Arroyo de la Luz, y dentro de ese mundo al que la revista aludía, era el lugar donde el divertimento llegaba a su cenit, y eso que todavía faltaban varios años para que declararan nuestro Día de la Luz como Fiesta de Interés Turístico Regional.
Efectivamente, pocos arroyanos recordarán que el inicio de la festividad más sobresaliente de aquel Día de la Luz de 1992 coincidió exactamente con una fecha histórica para nuestro país. Y es que a las 12´00 h., es decir, en el mismo instante en que se daba el pistoletazo de salida a una pareja ataviada con el traje típico de la localidad portando el pendón del Ayuntamiento de Arroyo de la Luz, los reyes de España, don Juan Carlos I y doña Sofía, inauguraban con total solemnidad, y para todo el mundo, la EXPO de Sevilla. Pocos minutos después en Arroyo el primer caballo recorrió a galope tendido los 800 metros que separan las iglesias de San Sebastián y de la Asunción, y todo ello en medio de un público deseoso de emociones fuertes. En paralelo, en Sevilla, y en ese mismo instante quedó inaugurada una magnífica exposición que prácticamente la totalidad de los arroyanos de entonces visitaron más de una vez.
Como todos los años, el alcalde de la localidad Felicísimo Bello con la ayuda del resto de la corporación, y en connivencia con la Cofradía que dirigía José Manuel Bañegil Molano (D.E.P), había organizado un programa de fiestas de lo más completo. Y nuevamente, como venía sucediendo desde hacía ya mucho tiempo, lo lúdico-religioso se volvió a entremezclar en perfecta simbiosis. Fueron varios días en los que el ambiente se fue caldeando hasta concluir con el día de la Romería que aquel año coincidió con el domingo 3 de mayo.
Los motores se pusieron a punto cuando la alcaldía de Felicísimo, junto a la Casa de Cultura, celebraron con enorme éxito de público y crítica, lo que ya fueron las VI Jornadas Teatrales. Un evento que siempre gozó en Arroyo de un público fiel y numeroso. Aquel año fueron cinco los grupos de teatro seleccionados a la hora de mostrar sus representaciones. El primer premio recayó en el grupo no profesional “Acebuche” que provenía de la localidad pacense de Aceuchal y que puso en escena la magnífica “La dama del alba” de Alejandro Casona. Una pieza teatral que, aunque escrita y publicada en Buenos Aires en 1944, dado que su autor se encontraba exiliado desde 1939, está ambientada en la Asturias rural y natal de su autor. Gracias a esta obra el grupo recibió unas muy dignas 125.000 pesetas además de una placa conmemorativa (eran más de tres veces la cantidad que se embolsaban los ganadores del primer premio de carrozas ya fuese en la versión de “típicas” o “artísticas”). De la misma forma, su actriz principal, Pepa Durán, se alzó con el primer premio por su papel de “Peregrina”.
Aquel año también se celebró el concurso de carteles que anunciarían el Día de la Luz. Un total de dieciocho obras se presentaron al certamen anual convocado desde el Ayuntamiento. Como había sucedido en otras ocasiones, hubo un magnífico nivel en las obras presentadas. El jurado otorgó el primer premio al cartel que firmaba Alfonso Pérez Serrano. Obtuvo el segundo premio el artista local Felipe Luis Aparicio Ramos (estupenda su intervención hace pocos días en el programa Puerta con Puerta) y también obtuvieron accésit por sus trabajos tanto Faustino Leal Cambero como Silviano Carrasco Salado.
El sábado 18 de abril, dos días antes de la fiesta grande, se celebró una “corrida de rejones” un evento que aquel año no estuvo exento de polémicas ya que el organizador del espectáculo, el señor Contreras, dejó entrever, o más bien manifestó abiertamente, que la Asociación Amigos del Caballo “Las Cuatro Esquinas” había vetado la inclusión en el cartel de las fiestas a un rejoneador extremeño, concretamente a Juan José Rodríguez. Unas afirmaciones que fueron desmentidas de forma contundente, categórica, y públicamente a toda la región por la directiva y por la asamblea general de esta asociación de caballistas señera en la localidad.
Celebrado con toda la festividad posible el lunes de Pascua, y entregados los premios a las carrozas en sus dos versiones de artísticas y típicas, caballos, parejas ataviadas con el traje local y las distintas comparsas que desfilaron por la Corredera, tres días más tarde, y no menos importante, lo más religioso hizo su aparición. El jueves 23 de abril a las 18´00 h. y con gran solemnidad salió desde su ermita la imagen de la Virgen de la Luz, que fue trasladada en camión-carroza hasta el pueblo, permaneciendo en el local de costumbre hasta que se iniciara la procesión.
A las 20.30 h., y como también era habitual, se inició la subida de la procesión desde la Plaza de la Constitución hasta la explanada de San Sebastián, donde tuvo lugar el recibimiento oficial. Aquel año el pregón de salutación a la Virgen corrió a cargo de nuestra querida Teodora García-Martín Molano (D.E.P), quien ofreció una sentidísima lectura que fue largamente aplaudida por el resto de arroyanos que escuchábamos en respetuoso silencio.
Muy pronto, y gracias a la labor del poeta local Eladio Sanjuán junto a la Cofradía que actualmente preside Antonio Cruz, podremos tener en un único volumen los pregones de salutación que año tras año se han dedicado a la Madre de todos. Concluido el pregón, la procesión se puso en marcha en dirección a la iglesia de La Asunción. Antes de entrar en el edificio se produjo desde el balcón del Ayuntamiento la bienvenida oficial por parte del señor alcalde, y antes que se procediera a la ofrenda floral que resultó todo un éxito.
En los días que permaneció la Virgen en el pueblo la novena fue predicada por Felipe Pulido, que era entonces delegado Diocesano de Pastoral Familiar. Y como también es tradicional, hubo días dedicados a la juventud, a las familias arroyanas, a los niños, a los mayores, amas de casa, a los arroyanos ausentes por la emigración y, por supuesto, a nuestros difuntos. El colofón de todas estas actividades tuvo lugar el día de la romería en el que, junto a la ermita, tuvo lugar una verbena amenizada por la orquesta La Latina que se inició a la conclusión de la misa de las 12 h. y que tuvo a los romeros moviendo el esqueleto hasta las últimas horas de la tarde de aquel 3 de mayo de 1992.
En paralelo a todos aquellos actos, en la Casa de la Cultura estuvo expuesta una colección de grabados y exlibris muy interesantes que pertenecían a la colección de Agustín Arrojo y que fue organizada por el Museo Pérez Comendador de Hervás y la ya desaparecida Caja de Extremadura. De la misma forma, en las pistas del colegio del “Pozo del Hambre” hubo una exhibición de kárate, y un par de convocatorias con concursos de dibujo y redacción que estuvieron organizados por la Cofradía de la Virgen y cuyo tema único para ambos concursos fue nuestra Patrona.
En fin, este año 2022 que, después de dos ejercicios sin poder disfrutarse, volveremos a recrearnos con caballos, carrozas, vino de pitarra y una nueva explosión de alegría y color en la Corredera, este cronista ha querido rememorar aquellas jornadas de hace nada menos que 30 años en los que el Día de la Luz y el inicio de la Expo92 coincidieron con total exactitud, y que hicieron de ambos eventos los lugares más divertidos del mundo.