POR PEPE MONTESERÍN CORRALES, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS).
De la misma manera que en la ópera sé que lo voy a pasar bien, aunque termine mal (la Traviata muere de tuberculosis, Norma se consumirá en la hoguera, Abigaille se envenena ante Nabucco, Tosca se lanza al vacío desde una almena, a Gilda la apuñalan en “Rigoletto”, Madame Butterfly se hace el harakiri, Macbeth a hierro muere…), cuando salgo con mis amigos sé que lo voy a pasar bien y que vamos a terminar bien; bien tarde.
Acá, ante el monumento a Rubén Darío, con mis colegas Manuel Herrero Montoto, Fernando Fonseca, Miguel Rojo y Roberto Corte.
“Prefiero vuestra risa sonora, vuestra musa
risueña, vuestros versos perfumados de vino,
a los versos de sombra y a la canción confusa”.