POR MIGUEL FORCADA SERRANO, CRONISTA OFICIAL DE PRIEGO DE CÓRDOBA (CÓRDOBA).
Todos sabemos que en la mañana del Viernes Santo, la procesión del Nazareno no se puede comparar con ningún otro momento de la Semana Santa de Priego. Ya a las 8 de la mañana se produce un encuentro altamente simbólico, cuando el escuadrón Nazareno y su banda rinden pleitesía a la Virgen de la Salud en la Fuente del Rey. Y a partir de las 10, precedido por los tronos de San Juan y de la Virgen de los Dolores, la imagen de Jesús Nazareno, en un ambiente siempre luminoso y primaveral, sale de su iglesia convirtiendo el compás de San Francisco en una explosión de vivas y de aplausos.
Vendrán después el “paso redoblao”, la subida por “las vereillas”, la llegada al Calvario que es el corazón de Priego, y la bendición de los hornazos, de los campos preñados de nuevas cosechas y de los prieguenses y visitantes que no pueden contener la emoción. Un historiador cordobés, Juan Dobado, al escribir este año sobre las imágenes del Nazareno en la provincia de Cordoba, nos ha dejado este párrafo: “… uno de los iconos fundamentales en este paso de la Pasión, es Nuestro Padre Jesús Nazareno de Priego. Su rostro es el paradigma del naturalismo (…) y resulta imposible no quedar paralizado ante el fulgor de su impactaste mirada. Nos encontramos ante una de las cumbres del naturalismo barroco… en el territorio andaluz.” Y es que como dijo aquel fraile franciscano cuando el Nazareno llegó a Priego, “…una vez visto, no hay nadie que se acostumbre a su belleza”.