POR JOSE ANTONIO MARÍN MATEOS, CRONISTA OFICIAL DE CEUTÍ
En 1945 la enseñanza primaria se dividía en dos etapas, una primera hasta los diez años, a partir de la cual se optaba entre realizar el ingreso en el bachillerato o entrar en una segunda etapa hasta los doce años, momento en el que el alumno podía incorporarse al mundo laboral.
La posibilidad de entrar en el bachillerato era sólo accesible a las capas sociales que, no necesitaban el trabajo de sus hijos.
Pero en nuestra Región por estas fechas solamente existen los institutos de Murcia, creado en 1837, el de Cartagena, creado en 1913, el de Lorca creado en 1864, suprimido en 1883 y vuelto a crear ya definitivamente en 1928, el de Yecla y tras la guerra civil el instituto femenino de Murcia.
Será en el curso 1945-46, cuando el Ministerio de Educación ante la situación académica de los estudiantes de Bachillerato, habitantes en localidades donde no existían centros de enseñanza privada y colegiada decida establecer la enseñanza libre.
La enseñanza secundaria en España a partir de 1950 va a abrir sus puertas a una nueva juventud, mediante la creación de nuevos tipos de establecimientos y fórmulas de estudio: secciones delegadas, colegios libres municipales adaptados, academias, estudios nocturnos y bachillerato por radio y televisión.
Con la Ley de Ordenación de la Enseñanza Media en 1953, se introducen los Bachilleratos elemental y superior separados entre sí por dos exámenes de reválida y del curso preuniversitario.
El Bachillerato elemental que constaba de un examen de ingreso y de cuatro años de duración (11 a 14 años de edad) y una reválida.
El Bachillerato superior al que podían optar los que habían superado la reválida del Bachillerato elemental, con dos años de duración (15 y 16 años de edad), y del curso posterior, el preuniversitario, con su prueba de madurez para acceder a la Universidad.
En Ceutí y en los municipios limítrofes, ante la falta de un Instituto no ya en la localidad, sino cercano, las posibilidades de realizar el bachiller para la inmensa mayoría de los jóvenes eran remotas.
Ante esta situación, algunos maestros de la localidad, deciden abrir una Academia no solamente para ayudar a los niños y niñas de las escuelas elementales, sino para preparar a los jóvenes para que realicen sus estudios de bachillerato, y posteriormente puedan examinarse por libres en el instituto de Murcia.
Comenzaran su andadura en el curso 1950-51, en los locales cedidos por el Centro Instructivo de Ceutí en la calle Ruiz Capdepón. Los primeros maestros que impartirán sus enseñanzas serán D. Carmelo García García, D. Diego Martínez Rico y D. Antonio Carrión Sánchez.
Las clases se impartían cuando los maestros terminaban su jornada en la escuela, es decir de 12 a 2 de la mañana y de 5 a 8 de la tarde. Por las noches se daban clases a personas que deseaban adquirir una cultura general, o bien, que
preparaban oposiciones para algún organismo o banco.
En septiembre de 1959, ante la marcha de D. Carmelo García y D. Antonio Carrión, entran a formar parte del profesorado de la Academia, D. Francisco Fernández Cascales y D. Manuel Cifuentes Clavijo, que con 23 años, fue el que más tiempo consagró a la misma.
Durante muchos años y en horario de 9 a 1,30 de la mañana y de las 3 hasta las 8 de la noche, impartirá Matemáticas, Ciencias, Geografía e Historia, Formación del Espíritu Nacional, Educación Física… a innumerables alumnos de Ceutí, Lorquí,
Llano de Molina, Alguazas, etc, que vendrá a esta Academia a prepararse para el
Bachiller.
Hay que comentar también, que no solamente sería la preparación de los futuros bachilleres, sino que las clases para el ingreso al cuerpo del Magisterio español y los años posteriores de la carrera, junto con la preparación de oposiciones a los cuerpos de Correos, Telefónica, Policía, etc., ocuparon la labor cotidiana de D. Manuel Cifuentes Clavijo, además de acompañar a sus alumnos a los exámenes que tenían que realizar todos los años en Murcia, en junio y posteriormente a los que le había quedado alguna asignatura en septiembre.
Mientras, D. Diego Martínez Rico, después de sus clases en la escuela, completaría la formación de estos alumnos, con el resto de asignaturas.
A comienzos de los años 60 se incorpora como profesor en la Academia D. Pedro Gómez Bernal, ante la marcha de D. Francisco Martínez.
El precio cobrado en estos años a los alumnos, era aproximadamente de 300
pesetas mensuales.
En 1964 con la construcción del nuevo Centro Instructivo, el edificio que se había estado utilizando hasta entonces se le devuelve a su dueño, y la Academia se traslada a la calle del Recreo, en el local que había sido utilizado por la Agrupación Musical de Ceutí para sus ensayos, propiedad del Ayuntamiento, impartiendo allí
sus clases D. Manuel Cifuentes y los maestros en sus respectivas aulas de las escuelas.
La Academia estuvo funcionando hasta mediados los años 70, pero con la construcción de los institutos de Archena y Molina, la institución cerró sus puertas.
Durante este periodo que abarca desde 1950 hasta 1975, cientos de jóvenes de Ceutí, Lorquí y del Llano de Molina, gracias a la existencia de la Academia, y del trabajo, esfuerzo y tesón de unos buenos maestros, pudieron recibir una cultura general, estudiar el bachiller, aprobar unas oposiciones o terminar una carrera.
El nivel cultural, social y económico que han alcanzado muchísimas personas de los municipios mencionados, se ha debido a su trabajo, estudio y dedicación, pero todo esto no lo hubieran conseguido sin la ayuda de esta institución: La Academia.