POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ).
La Asociación de Mujeres de Lobón, después de dos años sin poder realizar y exponer la Cruz de Mayo, este año ha vuelto a la actividad. Levantando, con ayuda del Ayuntamiento, una gran cruz con los colores de Ucrania, país que tanto necesita de la paz que no acaba de llegar. Porque mayo, en sus inicios, antiguamente traía sabor a convocatoria antigua, a reunión de cabildo en el que se nombraban los cargos y oficios para el buen gobierno de la cofradía de la Santa Vera Cruz. Tras cerrar los nombramientos y acuerdos asentados en el libro por el mayordomo, tras haber hecho señal de campana, en el Día de la Cruz, entonces el 3 de mayo, como era costumbre, fiesta de alta estima y observancia, se colocaban y adornaban altares en los portales, en los zaguanes y alcobas de las casas, para recordar en plena Pascua Florida, que del madero seco había florecido la Vida.
El pueblo así lo proclamaba y rezaba: “Vete de aquí Satanás, que de mí no sacas ná, porque en el día de la Cruz dije mil veces Jesús, Jesús, Jesús”. A la que ahora añado: “Sal demonio de Ucrania, queremos la paz, mil veces la paz, la paz, la paz, mil veces la paz”.