ARTÍCULO QUE CITA A MARIANO CARLOS GUILLÉN RIQUELME, CRONISTA OFICIAL DE MAZARRÓN (MURCIA).
Una exposición recuerda el impacto económico y social que supuso la llegada de influyentes familias procedentes de otros países de Europa a lo largo de más de un siglo.
Aquella mañana de 1915, el químico alemán Hans Nonnast Krzeminski se lanzó a su más memorable gesta. Para asombro de sus vecinos, sobrevoló Puerto de Mazarrón en un prototipo de planeador sin motor que él mismo había construido. Pese a que solo llevaba cuatro años residiendo en la pequeña localidad costera, adonde había llegado para trabajar en la fundición Santa Elisa, ya se había convertido en un personaje muy popular. A su curioso espíritu científico se unía su preocupación por el fomento de la cultura y la vida sana. Colaboró con grupos de aficionados al teatro y abrió el primer club gimnástico, en el que puso en práctica su propia técnica de musculación. «Hoy sería un famoso ‘influencer’», asiente el cronista Mariano Guillén, el investigador que mejor conoce la figura del polifacético ingeniero. Su nieto Fernando todavía disfruta de los veraneos en Mazarrón.
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FUENTE: https://www.laverdad.es/murcia/doce-sagas-unidas-20220501004451-ntvo.html