DE LA REAL ACADEMIA DE CULTURA VALENCIANA
Los seres humanos, desde los primeros tiempos, han manifestado su necesidad, irrefrenable, de comunicar sus vivencias, experiencias, sentimientos, conocimientos y cosmogonía o visión del mundo conocido, necesidad pareja a la de conocerlo mediante la exploración, la investigación y la ciencia , conocimiento que se ensancha y amplia a medida que avanza el estudio y la investigación.
Y esta necesidad la desarrolla mediante la palabra, fugaz e intangible, o mediante la expresión gráfica, que adquiere múltiples formas y soportes a través del tiempo. Veamos.
El primer soporte conocido es el pétreo, las paredes rocosas de las lóbregas cavernas, rocas duras al aire libre, en abrigos de leve visera protectora, o sobre placas de piedra móviles, arte mueble, desprendidas de las mismas paredes.
Durante los periodos prehistóricos posteriores, Neolítico, E. del Cobre, Edad del Bronce y Iª Edad del Hierro, junto al soporte pétreo aparece el cerámico, aunque con pictografías menos expresivas y singulares y más escasas.
Será en la IIª Edad del Hierro cuando los soportes se diversifican y el plomo adquiere primacía, permaneciendo la piedra, la cerámica y utilizando, incluso, el bronce y el hueso.
Hace su aparición la escritura, por vez primera, y con el concurso de un alfabeto oriental los iberos se expresan y comunican, ¿ cartas, conjuros, maleficios, cuentas, recibos, poemas?, quien lo sabe. Actualmente, con ciertas dificultades en la interpretación de los signos, se transcriben los textos con el alfabeto latino pero resultan ininteligibles, no se traducen, ignoramos lo que dicen. No hay todavía libros, pero hay hojas sueltas, algunas por las dos caras. Punzones metálicos y pinceles son los instrumentos con los que se escribe.
La tecnología cambia en época romana, enriqueciéndose, tanto para el soporte como para el instrumento. Se escribe sobre papiro, inventado y utilizado en Egipto desde el 3.000 a. de Cristo como es sabido, y sobre pergamino o vitela. Hay ya libros en rollos sobre estas materias y se escribe con estiletes sobre tablillas enceradas en las escuelas o con pluma de ave, generalmente de cálamo ya. Continúan, sin embargo, los mismos soportes que en época ibérica.
Con el invento del papel en China y su introducción por los árabes en Europa desde Xátiva hacia el s. XII-XIII, el pergamino queda relegado paulatinamente y aparecen ya los libros sobre el soporte que ha llegado hasta nosotros. El invento de la imprenta lo abarató y lo popularizó o socializó.
Mi generación fue la última que nació con el libro, las posteriores ya han ido conociendo los nuevos soportes electrónicos, totalmente diferentes, en aumento y perfección creciente. ¿ Lo sustituirán?. El debate está abierto y las opiniones son diversas.
En realidad los únicos que nos preocupamos del asunto somos los que hemos nacido con él y unos creemos que será sustituido por las nuevas tecnologías; otros creen que sólo serán sustituidos los que transmiten conocimientos, ciencia, humanidades, investigación, es decir los técnicos, reservando el libro para la poesía, la novela, el teatro, en general para la literatura; los terceros son los que han nacido con un ordenador debajo del brazo, como se llevaba el periódico antaño, y les sirve de texto educativo, informativo y enciclopedia, es decir de todo.
El progresivo descenso del índice de lectura, del que nos informan puntualmente los medios, es muestra elocuente de que nuevos miembros se incorporan al tercer grupo, mayor en España.
El libro es caro, incómodo y frágil en comparación con los nuevos soportes, baratos, cómodos, completos, rápidos, divertidos. Nos aferramos a los primeros los nostálgicos, los que los reverenciamos, los que desde nuestra más temprana juventud los idolatrábamos, los devorábamos, los adquiríamos sin consideración a nuestros escasos medios; tendencia que hemos continuado editándolos, recuperándolos, creando bibliotecas, escribiéndolos, y en eso continuamos y continuaremos. Esperamos equivocarnos y que el libro continúe presidiendo nuestros hogares y despachos, las bibliotecas ampliándose, las imprentas trabajando sin parar y las editoriales engrandeciéndose. ¿ Será así?. Ya vorem, desde aquí o desde Allá.
FUENTE: R.A.V.DE CULTURA