POR BIZÉN D’O RIO MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE LA HOYA DE HUESCA.
Con este mes entramos en un ciclo festivo milenario que al igual que en muchos lugares de la Vieja Europa, hunden las raíces antañonas en el ritual del fuego de las hogueras, Téngase en cuenta que, por su purez, este elemento ha sido siempre considerado por los antiguos como el más noble de todos los elementos, el que más acercaba a la divinidad porque era la imagen del Sol. Así por su carácter mítico y sagrado encontró su expresión más genuina en la veneración que le dieron todas las mitologías.
El hombre primitivo aunaba el fuego solar y terrestre, puesto que ambos alumbraban y daban calor, un culto cristianizado del Solsticio de Verano dedicado al Santo Precursor San Juan, y en el que se dan cita toda clase de ritos de tipo mágico o médico. Paralelamente, el agua también juega un papel importante en el ritual de esta festividad, porque es el momento en que sus fuentes, que ya fueron tenidas como sagradas por los antiguos, adquieren poderes y a sus orillas acuden las gentes altoaragonesas a “Sanjuanarse” en esta noche. Momentos y horas en las que se puede curar la hernia en los niños en la horquilla de un árbol con el ritual: “Tómalo Juan, Dámelo Pedro, roto te lo doy, sano te lo vuelvo.”
Noche de barreños de agua en las ventanas y balcones que esperan el rocío de esta madrugada para convertirse en líquidos casi milagrosos. Noche en la que las gentes del Biello Sobrarbe y las Valles atan una sogueta al tronco de las “nuqueras” para que no se “cuquen” las nueces, pero también recorren con antorchas o “fallas” encendidas buscando la cabeza cortada de Juan el Bautista, para acabar todos en “o redol de la hoguera” que aglutina a las gentes en una danza de circunvalación mágica y ritual que evoca época pasadas. Noche especial para la recogida de las “siete hierbas”, además de los lavatorios en arroyos y fuentes, todo con un carácter ritual precristiano y una raíz megalítica de ámbito ario-europeo protohistórico y más concretamente del mundo céltico con sus celebraciones de fuego.
A su vez, la Comarca Barbastrense celebra la celebración en este mes de la festividad de San Ramón obispo, santo viajero junto al rey aragonés Alfonso I a tierras malagueñas y al que también se honra con el ritual de fuego. San Medardo es honrado en Benabarre y el día de los Santos Pedro y Pablo es igualmente celebrado por todo el Altoaragon. Romeria a Santa Orosia a la que acuden los lugares del Campo de Jaca, Serrablo y parte del Sobrarbe.
FUENTE: CRONISTA. B.D´RIO