POR JOSÉ ANTONIO RAMOS RUBIO, CRONISTA OFICIAL DE TRUJILLO (CÁCERES).
«El honor es la principal divisa del guardia civil; debe, por consiguiente, conservarlo sin mancha. Una vez perdido,
no se recobra jamás». 20 de diciembre de 1845. Cartilla de la Guardia Civil.
Para poder conocer los orígenes del cuerpo de seguridad de la Guardia Civil hemos de remontarnos al siglo XIX. Cuando finaliza la Guerra de la Independencia contra los franceses en el año 1814, se incrementa el bandolerismo en los caminos españoles. Los facinerosos van a continuar practicando el asalto y la guerra de guerrillas que tan buenos resultados les había dado durante el conflicto contra las tropas de Napoleón.
Luchar contra el bandolerismo era una de las principales preocupaciones del Gobierno y de las funciones de la Guardia Civil, un bandolerismo de carruajes que amenazaba la seguridad de los bienes y personas. Para hacer frente a estos repetidos asaltos a caravanas y a las cabalgaduras particulares, se creó un cuerpo de ámbito nacional de acción rápida para que velase por la seguridad.
En 1820, con el alzamiento del General Riego, el Teniente General Pedro Agustín Girón y de las Casas, primer Duque de Ahumada (1), militar profesional de ideas liberales, es nombrado Ministro de la Guerra. Desde este puesto concibe un proyecto de Instituto Armado para el mantenimiento del orden público: la Legión de Salvaguardias Nacionales(2), que iba a combatir la delincuencia y garantizar la libre circulación de bienes y personas. Este proyecto no fue aprobado por las Cortes Generales por diversos avatares políticos, pero sin duda inspiró a su hijo, el segundo duque de Ahumada, en su idea de la futura Guardia Civil.
Así, el 28 de marzo de 1844, se produce el momento histórico de la creación oficial de la Guardia Civil cuando, por Real Decreto, se crea un “cuerpo especial de fuerza armada de Infantería y Caballería”, bajo la dependencia del inisterio de la Gobernación y con la denominación de “Guardias Civiles”.
El 1 de septiembre de 1844, centenares de hombres a pie y a caballo hacían acto de presencia en la capital española, en las inmediaciones de Glorieta de Atocha. Fue su primera aparición pública delante del Gobierno de España, presentándose oficialmente el Cuerpo de la Guardia Civil (3).
La primera intervención del recién creado Cuerpo de la Guardia Civil tuvo lugar el día 12 de septiembre de 1844 en
la localidad madrileña de Navalcarnero, al evitar el asalto a la diligencia de Extremadura.
En los últimos veinte años, la marcha de la Guardia Civil de los pueblos pequeños ha ido en paralelo o quizás más
rápida que la emigración de sus habitantes a las grandes ciudades, dejando casi desamparada a la gente que todavía vive en las pequeñas localidades.
El elevado número de pequeños puestos con pocos efectivos en cada uno de ellos debilitaba al Cuerpo, ya que muchos de los agentes tenían que atender tareas administrativas en vez de estar en la calle realizando el servicio. De esta manera, muchos puestos rurales desaparecieron, considerando los altos mandos que había que reorganizarse con miras al presente y al futuro. De esta forma, con el paso del tiempo la presencia en la demarcación rural disminuyó considerablemente.
Los cuarteles, o casas cuartel estaban situados casi siempre en la entrada o salida del pueblo en una zona que podríamos considerar estratégica -como se quiera ver-; eran generalmente de una planta o dos, y no solían contar
con muchas comodidades. Los miembros de la Guardia Civil y sus familiares eran personas cercanas, todo el pueblo los conocía, así como los hijos que iban al colegio. Se fomentaba una relación muy estrecha y humana con los vecinos de la localidad. Los guardias civiles eran uno más en el pueblo, participaban en los festejos y actividades más importantes de la localidad y el día de su patrona, el 12 de octubre, la Virgen del Pilar, invitaban a las distintas autoridades y a todo el pueblo a compartir con ellos el día festivo.
La Guardia Civil de los pueblos y zonas rurales de España sigue siendo una auténtica institución, más moderna, querida y respetada y, cada día, más arraigada en la sociedad; sin duda, más preparada y más útil.
(1) Eduardo Martínez Viqueira (2019): Hombres de honor: el Duque de Ahumada y la fundación de la Guardia Civil.
(2) Inspirada en la Gendarmería Nacional francesa. Fuerza de orden público antecesora de la Guardia Civil. José Ruiz Mas (2010): Guardias civiles, bandoleros, gitanos, guerrilleros, contrabandistas, carabineros y turistas en la literatura inglesa contemporánea (1844-1944).
(3) Agradecimiento a don Israel Bolaños, responsable de comunicación de la Comandancia de la Guardia Civil de Cáceres.
Nota del Autor: «Dedico este trabajo a mi suegro, Bartolomé Gil, Guardia Civil que estuvo destinado en los puestos rurales de Castellón, Alía, Madroñera y Cáceres. Se me ha ocurrido escribir estas páginas sobre estos abnegados servidores públicos por mi relación con muchos de ellos y porque son muchos los pueblos que todavía los recuerdan, conscientes de la importancia de la Guardia Civil en el medio rural y de su labor en las pequeñas localidades».
PUBLICADO EN:
Carta Local nº 359, julio-agosto 202, Pag. 48 y 49 (FEMP)
FUENTE: http://femp.femp.es/files/842-380-fichero/Carta%20Local%20n%C2%BA%20359,%20julio%20agosto%202022.pdf