El antiguo convento de San Francisco de la ciudad de #Zacatecas, mudo testigo de esplendores y desdichas de más de cuatro siglos de historia, el único de la región con reminiscencias de la arquitectura gótica europea.

Protagonista de la primera gran oleada evangelizadora que se llevó a cabo en la segunda mitad del siglo XVI por el vastísimo territorio del norte de la Nueva España.

Hoy en día es un sitio emblemático del centro histórico, Patrimonio Cultural de la Humanidad desde 1993.

Este recinto religioso fue construido entre el siglo XVI y XVIII. Sin embargo, a raíz de las Leyes de Reforma, este espacio quedó abandonado casi por completo, ya que únicamente el templo continuó en uso hasta 1924, tras el derrumbe de sus bóvedas.

Por muchas décadas, el complejo arquitectónico quedó desatendido y algunos espacios fueron utilizados como corrales de animales. Esta situación continuó hasta que, en la década de 1987, se inició la restauración del templo y, posteriormente, del convento.

Estas remodelaciones llevaron a modificar los alrededores y eliminar algunas casas frente al templo para ampliar el espacio y el 5 de julio de 1990, este inmueble fue reinaugurado como museo para albergar una vasta colección de arte, entre ella, la del pintor zacatecano Rafael Coronel.

Un personaje fundamental para hacerlo posible fue don Federico Sescosse Lejeune.