POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
Desde Montijo, capital de las Vegas Bajas, viajo por la BA-100 hasta llegar a La Nava de Santiago. En su casco urbano tomo la BA-099 que me lleva hasta Cordobilla de Lácara. La carretera cruza un mar de olivos, dejando a la derecha la amplia extensión de Las Llanas. El olivar es sustento para la economía de la zona. En Cordobilla con la unión de varios lugareños, surgió la idea de crear una cooperativa aceitera que gestionase la producción de los olivicultores de la zona, integrada por olivos de la variedad “Verdial de Badajoz”, autóctona de la provincia. Aceite elaborada casi de forma artesanal. Mil trescientas hectáreas permiten de manera ecológica hacer un producto único, de calidad superior de primer prensado en frío. De ello queda constancia en los múltiples premios que ha recibido la Sociedad Cooperativa del Campo “El Lácara”.