POR MANUEL GONZALEZ RAMÍREZ, CRONISTA OFICIAL DE ZACATECAS (MÉXICO)
Aquí, recordando a un grande de la literatura universal: Lope de Vega, quien falleció un 27 de agosto de 1635, en la ciudad de Madrid.
Se dice que murió por dejación.
Sabía que su débil y agotado cuerpo no debía ser expuesto a una actividad intensa.
El día 24 de agosto todavía se levantó muy temprano y realizó varias tareas. Sufrió un desmayo en una ceremonia y fue llevado a su casa.
Exhaló su último suspiro el día 27, a las cinco y cuarto de la tarde y fue sepultado en la iglesia de San Sebastián.
La placa de mármol que resguarda sus restos sintetiza en un enunciado la valía de su obra y legado.
Un dato adicional:
En junio de 2022, el Estado de Zacatecas entregó el Premio Iberoamericano Ramón López Velarde al poeta, editor y ensayista literario Fernando Fernández, quien en una tertulia que sostuvo ese mismo mes, expresó:
“Pero hay más: la decisión de referirme a ella me permite subrayar mi vínculo con España, de donde vinieron mi madre y mis cuatro abuelos, y sobre todo y muy especialmente expresar el grandísimo cariño que siento por la vieja tradición de la lírica castellana. Para este pequeño viaje de casi 400 años casi no será necesario trasladarse; ni siquiera habrá que cambiar de página del diccionario de nombres de poetas de donde hemos partido, puesto que no saldremos de la ‘l’ de López Velarde para encontrarnos con uno de sus más insignes colegas, quien tiene un nombre extrañamente parecido al suyo: Lope de Vega”. Zacatecas a 27 de agosto de 2022.
PD: Muchas gracias por haber tomado la foto, mi muy estimado amigo JAAR
Fuente: https://www.facebook.com/photo/?fbid=2240710559417511&set=a.221609644660956