POR PEPE MONTESERÍN CORRALES CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Hace unos años visité las Highlands de Escocia, el Castillo de Urquhart y el lago Ness. Me pareció admirable porque en el Museo Loch Ness me convencieron de que Nessy nunca existió; algo que en ningún modo va en contra del lugar sino a favor de la imaginación. Es como si en El Toboso demostraran que Dulcinea fue un invento, o en Compostela, que los huesos del arcón no son del Apóstol Santiago. Lo sustancial es que se convirtió el lugar en un centro de peregrinación. Allí, en Inverness, compré una cerámica del monstruo, cuatro pedazos de mito que sobresalen en el lago.
Pues bien, esta mañana recorrí con Andrés Monteserín Díaz la ruta de Sama hacia Pola de Laviana, a la vera del Nalón, y por el camino encontramos el cuélebre (escultura de Joaquín Rubio Camín), nuestra gran serpiente con alas, que custodia tesoros y habita en cuevas, junto a fuentes. Equivale al dragón, mi animal de compañía favorito. Yo nací el año del Dragón, el único animal fantástico del calendario chino.
Sostengo que la fantasía, como el arte, enriquecen la naturaleza y están un escalón por encima de la realidad. Esa supra realidad me fascinó siempre y a ella entrego mi vida.