Ayer, víspera de Santa Teresa de Ávila, «la monja andariega», en vista de lo que pregonan los versos de Vital Aza:
«Cielo limpio y soleado,
hermosa temperatura,
pues, señor, se me figura
que el tiempo se ha asegurado…»,
«me se ocurrió» hacer una escapadina a Taramundi – ahí al lado, como quien dice- para cambiar de aires, de humor y de paisaje. TARAMUNDI es concejo limítrofe con Galicia y en su caudal de paisaje y de historia es el exponente más representativo de la cuchilleria asturiana.
La cocina «taramundesa“, basada en la huerta y en las carnes, es sencilla, sabrosa, fuerte, nutritiva, calorica,…! qué se yo!.
Cómo decimos en Colunga cuando no acertamos en el elogio :» Estes coses hay que veles y palpales».
Miren ustedes : este concejo, en su villa capital, tiene para mi, por cariño y calidad, un «templo gastronómico» excepcional : el HOTEL RESTAURANTE TARAMUNDI.
Y yo – con mi mujer, claro está – siempre, siempre, decantamos nuestra petición en estas cuatro maravillas :
1.- Pastel de cabracho con su salsa mayonesa.
2.- Croquetas tradicionales al modo de Chelo
3.- CALDO (que es pote asturiano) DE RABIZAS (o NABIZAS, que son hojas de nabos).
4.- Tarta de queso.
! Qué día, amigos lectores!.! Qué descanso de alma, aunque con un alegre cansancio de cuerpo!
! Qué afectuoso cariño el de ese establecimiento!
! Qué bizcocho de maiz de PANTARAMUNDI y qué huevos camperos de GRANJA TARAMUNDI!
Y.!qué quesos!. – Este capítulo lo dejo para otro comentario.
En resumen: «dar de comer al hambriento y posada al peregrino» es obra de caridad que practican las gentes buenas. Las del Restaurante TARAMUNDI.
FUENTE: https://www.facebook.com/LesHistoriesdeFidalgo