Después de estar varado por 10 horas en el aeropuerto de Zacatecas (por mantenimiento del avión) y tras un vuelo de once horas, por fin aterrizamos en el aeropuerto de Madrid.
Al pasar por Migración, la oficial de la Policía Nacional me saludó con mucha amabilidad y una sonrisa. Respondí de la misma manera. Vio el pasaporte y pronunció mi nombre con un tono de interrogación. Asentí.
Luego, se generó un diálogo:
– ¿Viaje de turismo?
– Vengo a un congreso de Cronistas.
– ¿Cronistas? ¿Qué es un Cronista? ¿Es lo mismo que periodista? Le tuve que explicar lo que hace un Cronista. Y después de escuchar con atención. Volvió a preguntar: ¿De qué ciudad venís?
– De Zacatecas. Una ciudad que está en el corazón geográfico de la República Mexicana. Una de las ciudades más bellas de México y del Continente Americano.
Es Patrimonio Cultural de la Humanidad y hace un par de años ostentó el título de Capital Americana de la Cultura. Y que tan bella será que ya hasta fue a visitarla en su momento el rey don Juan Carlos I y recientemente lo hizo don Felipe VI.
– ¡Qué interesante! ¡Zacatecas! Creo que habrá que conocer esa ciudad. Mientras pronunciaba esas palabras, anotó el nombre de Zacatecas en un trozo de papel. Y luego me dijo: ¡Bienvenido! ¡Que disfrute de su congreso de cronistas y su estancia! ¡Hasta luego!
Me retiré de la garita muy emocionado. Bastante emocionado… ya que había salido a relucir el tema de los Cronistas y de nuestro querida ciudad de Zacatecas.
Antes de retirarme eché un vistazo a la fila. Había gente esperando su turno. Entre ellos, varios paisanos que miraban sorprendidos por la tardanza del “interrogatorio”. Aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez (Madrid-España). 18 de octubre de 2022.