POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
(Artículo en Crónicas de un Pueblo). El alcalde Miguel Molina Caballero, el 19 de enero de 1874, designaba al concejal Bartolomé Rodríguez Bautista para mantener una entrevista con el Comandante General del distrito militar de la ciudad de Badajoz, con el objetivo de que se constituya un puesto de la Guardia Civil en Montijo: “Vistas las circunstancias azarosas por las que atraviesa el país, y el desasosiego de estos vecinos tan hondamente perturbado por los enemigos del orden”. Contaba Montijo con seis municipales. Habían pasado treinta años de la fundación del Benemérito Instituto por el duque de Ahumada, don Francisco Javier Girón y Ezpeleta.
No sería hasta el 15 de mayo de 1887, siendo alcalde el conservador Antonio Mateo Pinilla, cuando el Ayuntamiento alquiló la casa de la calle Alameda, hoy Reina María Cristina, propiedad de Manuel Piñero Salguero, hermano del senador Cipriano Piñero, para instalarse en ella la fuerza del Guardia Civil de Caballería. Lugar conocido en los comienzos del siglo XVIII por Casasola. El alquiler era de cincuenta pesetas. Pagándose veinticinco pesetas por el Ayuntamiento y las otras restantes por la Guardia Civil. Posteriormente, la Casa Cuartel se trasladó a lo que fue casa palacio de los Condes, en la hoy Plaza de Cervantes. La fuerza estaba formada por el cabo, Leonardo Álvarez Sevilla, natural de Sevilla, de treinta y tres años. Junto con los números Justo Cerros Espada, de cuarenta y siete años, natural de Talaván y Esteban Gil Cides, de Alburquerque, de veintinueve años. Compartían la seguridad y el orden con los carabineros y policías municipales. A los detenidos, administraba justicia el juez municipal, Diego Castillejo Gragera, y en su caso al Juez del Partido Judicial de Mérida, al que pertenecía Montijo.
En la Dictadura de Primo de Rivera y bajo proyecto del arquitecto Fernando Echeverría Barrios, del Instituto Nacional de Previsión, que también realizó el proyecto de la Plaza de Abastos, comenzaron las obras de ambos edificios por el maestro Joaquín Izquierdo González. En 1929 se informaba que el presupuesto de la Casa Cuartel de la Guardia Civil ascendió a 128.680,48 pesetas. Y la Plaza de Abastos, hoy Teatro Municipal, a 194.123 pesetas. Fernando Echevarría tuvo que exiliarse en Santiago de Chile tras la guerra civil de 1936. La Casa Cuartel fue inaugurada en 1932.
La actual Casa Cuartel está en la calle Virgen de Barbaño, se edificó en los años sesenta del siglo pasado. El 7 de diciembre de 2005, el Papa Benedicto XVI, sucesor de Pedro, Vicario de Cristo en la tierra y cabeza visible de la Iglesia Católica, se puso el tricornio de la Guardia Civil sobre su cabeza -otro tanto ha hecho el Papa Francisco- mientras que la sociedad hace un día sí y al otro también, lo contrario, quitarse el sombrero ante el servicio que la Guardia Civil presta a ella.
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