Erase un octubre de 1958. Habíamos iniciado, ya en la nueva Facultad de Ciencias, nuestro segundo curso de carrera, y creo recordar que fue don Angel Arias, profesor de Química Inorgánica, quien al terminar su clase a última hora de la mañana nos deseó una «buena tarde del DESARME».
. – Y eso, qué es?, pregunté a un compañero de clase.
. – No lo sé – me respondió – yo soy del occidente ; pero oi decir que es un recuerdo a la comida que se hacía en casa cuando la guerra.
. – En qué guerra?, insistí
. – Ni idea ; pero no preguntes por ahí, que en estos asuntos de guerra y política lo mejor es callar.
No hice demasiado caso a mi amigo y llegué a saber que la cosa se remontaba al siglo XIX en días de guerras carlistas y que si unos, partidarios de las tropas realistas, habían «engañado» a sus adversarios invitándoles a una comida de fraternidad, momento que aprovecharon para quitarles el armamento.
! Vaya!, en una palabra : que los DESARMARON.
Y, preguntando y preguntando, supe que ese «menú de la trampa» consistió en un guiso de garbanzos con bacalao y espinacas, callos y arroz con leche.
Y también sé me informo que los ovetenses, con ese recuerdo de guerra, se reunían en restaurantes y bares, siempre en fraterna convivencia, para COMER EL DESARME.
Como decía mi suegro PRUDENCIO. «esto non ye cuentu, ye un cuentu que ye verda». Y si desean documentarse con base histórica y científica sobre este suceso, lean los dos libros que escribió sobre tal evento don ADOLFO CASAPRIMA.
LA COFRADÍA DEL DESARME, ovetense y entusiasta, no regatea imaginación y esfuerzo en promocionar esta fiesta que actualmente tiene proyección internacional.
! Oiga! No nos da una recetina «pa desarmar»?.
Bueno, pues trataremos del guiso de garbanzos, también denominado POTE DE VIGILIA.
Sigan esta pauta :
1.-Tras un remojo en agua durante una noche, pongan a cocer los garbanzos (sobre 500 g) en agua junto con una cebolla, un pimiento rojo, dos dientes de ajo (todo bien picado), un trozo de tocino, un cuarto trasero de pollo, un buen chorro de aceite y pimentón.
2.- Cuando los garbanzos estén próximos al fin de su cocción, retiren el tocino y el pollo y agreguen unos buenos trozos de bacalao ya desalado. Prosigan la cocción a fuego moderado. El bacalao ya aporta sal.
3.- Cuezan en agua con un toque de sal unos manojos de espinacas (troceadas a mano), escurranlas y añadanlas a los garbanzos. Den unos hervores al conjunto y luego déjenlo reposar.
4 – Sirvan el guiso muy caliente complementandolo con trozos de huevo cocido (duro)
!! Feliz y fraternal DÍA DEL DESARME EN OVIEDO!!!
NOTA . – Fotos de garbanzos y callos publicadas en Internet y en Facebook. La del arroz con leche es mía.