POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO, CRONISTA OFICIAL DE FUENTIDUEÑA Y FUENTEPIÑEL (SEGOVIA)
El 25 de octubre los segovianos devotos del santo eremita del Duratón tenemos una cita en la península que traza el río donde se alza altivo el eremitorio que lleva la advocación del «siervo bueno y fiel». Y aquí nos hemos concentrado un buen número de romeros procedentes de la capital y de todos los pueblos de la comarca, incluido FUENTEPIÑEL.
Además de danzar alguna de las jotas entonadas en su honor, hemos cumplido con la tradición de pasar (reptar, diría yo) por debajo del altar donde se le ofrece devoción, y dar las tres vueltas de rigor en torno a la roca que «preside» tan angosto pasadizo.
El día ha servido también para reencontrarnos con buenos amigos y conocidos y disfrutar de una jornada inolvidable que esperamos repetir el año que viene.
¡Buen día!