POR OSCAR GONZALEZ AZUELA, CRONISTA OFICIAL DE LAGOS DE MORENO (MÉXICO)
Yo, lejano vecino e regidor de la muy leal cibdad de Santiago de Guatemala, uno de los primeros descubridores y conquistadores de la Nueva España y sus provincias, me dirijo a vos salvando tiempos y espacios en lo que ambos somos expertos -en lo vago y aventurero le gano por mucho-, y os escribo para felicitaros por el premio recibido muy al norte de mi cuna de Medina del Campo de Castilla, con el que se reconoce valentía, actitudes y aptitudes del estudioso de la historia para asombro y enojo de muchos chafros -¿así se escribe?-.
Actualmente mi sepulcro se encuentra en la catedral de La Antigua, en Guatemala, para mi desventura junto al de Pedro de Alvarado; algo así como si vuesos restos acabaran revueltos con los de Pedro Salmerón, ironías de la historia semejantes a ese enorme mausoleo en donde se juntan los de Madero, Carranza, Calles, Cárdenas y Villa; su propio infierno en la tierra, cosas veredes…
Pero volvamos a nuestro cuento, ha pronunciado usted ayer bellas palabras diciendo entre otras cosas:
“…en su devenir, surgieron imperios y gobernantes poderosos que en su soberbia creyeron que serían eternos, pero no fue así. La historia es implacable en sus juicios. No se puede pretender manipularla ni cometer el despropósito de tergiversarla. Mala consejera es la ignorancia que en muchas ocasiones lleva a la mentira”.
Analizando vueso discurso, no puedo menos que recordar la humorada de mover en cuatro añicos -de 1325 a 1321- la conmemoración fundacional de la ciudad de México–Tenochtitlan, para hacerla coincidir con las conmemoraciones de la Cuarta Transformación -1321, 1521, 1821, 2021 jajaja-, algo que usía nunca aceptó; esa misma ciudad se convertiría luego en la “Muy Noble, muy Leal e Imperial Ciudad de México” con escudo otorgado en 1523 por el Emperador Carlos V, cuestión que espero sea ignorada por esos ignorantes, porque enterándose lo echan abajo como ya hicieron con la Palma de Reforma, la Montaña Rusa, el Monumento a Colón y los Evangelizadores así como de paso con la línea doce; pero esos son otros cantares.
En un dejo de rudeza innecesaria ha complementado con eso de que no podemos anclarnos en el pasado en pos de la acumulación de rencores; bueno, fue como la pedrada final que se sorrajó al tlatoani Motecuzoma causándole su lento apendejamiento -y no hablo del tlatoani actual que ya de ya de por sí- y su posterior muerte.
Pregunto a usted si ha tenido la amabilidad de encargar ya, con parte de su cuantiosa dote asturiana, generoso envío de menjurjes y vaselinas varias con dirección a lo que fuera el antiguo Palacio del mismo Motecuzoma, dado que se las ha depositado doblada, como ellos dicen y les van a urgir.
Bueno, usted ha dejado exhibidos “en sus vergüenzas” a los ideólogos de la cuatro té aunque con tanta elegancia que no lo notarán.
Nuestras prominentes calvas para muchos son señal de venerable inteligencia, bien sabemos que no es así; aunque estoy impedido en dar a conocer mi propia voz, -algo en lo que usted me aventaja-, le reconozco como diestro encantador de serpientes y de musas.
Por último, señor, me uno las loas que de ambos lados del Atlántico se levantan en torno a vos como un legítimo prócer de la majestad de la verdad, el verbo y el saber. Su amigo Bernal
Fuente: https://www.facebook.com/oscar.gonzalezazuela