EL CRONISTA OFICIAL DE ÁVILA, JESÚS MARÍA SANCHIDRIÁN GALLEGO, PROGRAMA OTRA SEGUNDA CHARLA.
Ante el abrumador éxito de convocatoria de la conferencia sobre la Duquesa de Valencia celebrada en el auditorio del Palacio de los Serrano de la Fundación Ávila, con lleno absoluto y público de pie, y casi un centenar de asistentes que se quedaron a la puerta sin poder escuchar la Cronista Oficial de Ávila Jesús María Sanchidrián Gallego, se ha programado una segunda que tendrá lugar el martes 15 de noviembre a las 19,30 horas en el auditorio del Palacio Los Serrano.
Efectivamente, dado el interés despertado por esta singular mujer que cedió su palacio de Los Águila a la ciudad para convertirlo en museo, Valeriano Hernández, presidente de la Asociación de vecinos ‘Puerta del Alcázar’, organizadora del acto, agradeció en la primera convocatoria celebrada el pasado 25 de octubre la asistencia del público que llenó el auditorio y lamentó la falta de espacio para los todos que quisieron conocer un poco más a Luisa María Narváez Macías, V Duquesa de Valencia (1912-1983), una mecenas muy especial que vivió y murió en Ávila, y aquí dejó su herencia cultural y patriomonial, de ahí que haya previsto una segunda convocatoria.
La conferencia titulada «La Duquesa de Valencia, una mujer de película en Ávila» no defraudó, por eso se repite, y ciertamente supuso redescubrir la personalidad de la duquesa y su protagonismo en las postrimerías de la guerra civil, y sus éxitos en la cría caballar y las competiciones hípicas, además su relevancia social en la capital abulense y el atractivo que su agitada biografía, siempre ligada a Ávila, lo que despertó en medios de comunicación más allá del localismo provinciano.a arquitectura palaciega del renacimiento y la herencia nobiliaria del esplendor abulense del siglo XVI, así como la riqueza de las colecciones de artes decorativas, pintura, cerámica, carruajes y otras piezas que se atesoraban las paredes del palacio renacentista de Los Águila.
Todo ya es parte de nuestra historia, por lo que este acercamiento no trata más que hacer pedagogía del personaje y dar a conocer la personalidad de la ilustre convecina, una mujer independiente que a su manera ejerció de «anti-sistema» y particular «feminista» marcada por una ideología llena de aristas, siempre a contracorriente, por la que sufrió persecución y que hoy día tampoco resistiría, probablemente, un consenso de aprobación.
Finalmente, su azarosa vida fue noticia frecuente en la prensa nacional y extranjera, de izquierdas y de derechas, tanto en páginas políticas como en las sensacionalistas y en los ecos de sociedad, izando siempre la bandera de la monarquía y acaparando titulares con los siguientes apelativos: revolucionaria, blanca, roja (por la tonalidad de su pelo), aguerrida, furiosa activista, entusiasta, volcánica, extravagante aristócrata, exótica, temeraria, bellísima, intrépida, fuera de serie, monárquica hasta la médula, exquisita, inteligente, relámpago de amenidad, etc.
En cuanto al legado a la ciudad de la duquesa de Valencia, comprobamos que Ávila lleva más de tres décadas esperando ofrecer y hacer partícipe al gran público de la herencia cultural que Luisa María Narváez donó en testamento otorgado en Ávila el 27 de diciembre de 1978.
Según su última voluntad, esta mujer monárquica pertinaz partidaria de don Juan de Borbón sucesor de Alfonso XIII, cedía al Estado el palacio llamado de Los Águila, situado en la calle Lope Núñez, en Ávila, frente a la calle del Lomo, con todos los muebles, ropas y enseres que había en ella y que suman más de dos mil piezas, con destino a la instalación de un museo. Después del fallecimiento de la duquesa en 1983, el Estado dio cumplimiento a su deseo testamentario y aceptó la cesión del patrimonio cultural palaciego comprometiéndose a destinarlo a museo (BOE 12/04/1985), y años después, en 1988, tomó posesión del mismo en un acto solemne con presencia de autoridades y descubrimiento de una placa de agradecimiento colocada en el zaguán.
A partir de estas fechas, se han realizado numerosas promesas y actuaciones para ejecutar el legado museístico de la duquesa de las que se quieren vislumbrar su fin, ahora que las obras de rehabilitación están en marcha siguiendo el curso de su lento devenir, y sobre cuyo periplo no entramos en estos momentos por ser de todos conocido.