POR SANTOS BENÍTEZ FLORIANO, CRONISTA OFICIAL DE CÁCERES

Una curiosidad de la emigración de los casareños hacia las Américas, es el caimán, conocido como “el lagarto”. Fue una ofrenda de un emigrante al “Cristo de la Peña” en el siglo XVI. Hoy está en el coro parroquial.

En el siglo XVIII Casar era la aldea con más población del Partido de Cáceres, unos 1.200 habitantes, con cinco molinos, ocho tahonas, cuatro hornos de cocer pan y tres mesones.

Con la famosa Constitución de 1812 se abolieron los señoríos y el Casar dejó de depender jurisdiccionalmente de la Villa de Cáceres y su Ayuntamiento, por primera vez en su historia, fue autónomo.

En 1899 el Gobernador Civil nombró a D. Juan Tovar Andrada el primer alcalde que tuvo el Casar; en 1979 es la primera vez que el pueblo del Casar votó libremente y se eligió como primer alcalde democrático a D. José Cortés Ojalvo.

A mediados del siglo XX con la Guerra Civil y la Dictadura fueron años muy difíciles para el Casar, pero ya en los años 60, con la llegada de la emigración llegó la modernidad y el desarrollo económico que se aceleró con la democracia y la consolidación de las libertades que permitieron la expansión del Casar de Cáceres.

En la actualidad es un pueblo moderno, con una población joven y un desarrollo económico importante, del que destacamos cuarenta empresas ganaderas de leche de vaca, con una ganadería extensiva de ganado destacable, cuatro queserías de la D.O.P. “Torta del Casar”, dulces típicos que hacen las delicias de todos, excelente gastronomía y restaurantes con productos de gran nivel y calidad, buenas instalaciones de turismo rural, dos polígonos industriales, la Casa Pinotes (Centro de Interpretación de la Cañada real Soriana Occidental y la Cultura Pastoril), el Museo del Queso, donde se presenta la historia y el proceso de elaboración de un rasgo de identidad de la población casareña como es la Torta del Casar, auténtico motor del pueblo y que ha situado a esta

población en el mapa internacional, la espectacular Estación de Autobuses, seña de identidad del Casar, realizada en el año 2004 por el arquitecto extremeño Justo García Rubio, un ciclo festivo importante, etc.

Pero lo mejor está siempre por llegar y el desarrollo económico del Casar es imparable y es una de las poblaciones extremeñas con mejor futuro y con una calidad de vida que sorprende a todos los visitantes. (Página web del Ayuntamiento del Casar de Cáceres).

FUENTE: SANTOS BENÍTEZ FLORIANO