EL DESASOSIEGO DE LAS GRANADAS EN EL PREGÓN DE SU MADUREZ.
POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
Avanzan los días cada vez más cortos y de oscuridad más extensa, más ancha. Noviembre de anocheceres tempranos que barruntan la antífona de la llegada del invierno.
Noviembre que sabe a enagua de camilla, a manto de hojas que duermen en el suelo y a paleta preñada que pinta desde la tapia dando el cálido rojo final al desasosiego de las granadas que piden tocar el azul cielo que no alcanzan.
Porque esta dama, esta reina, se hizo flor en junio, se ruborizó en octubre y canta ahora el pregón de su madurez. Cuando susurra, en estos días, el agua cubriéndolo todo.
Mientras los cristales de las ventanas, en el relente de la mañana, lloran por dentro.