POR JOSÉ LUIS ARAGÓN PANÉS, CRONISTA OFICIAL DE CHICLANA DE LA FRONTERA (CÁDIZ)
No sé si lograremos algún día sacar del anonimato literario nacional la figura de nuestro poeta y dramaturgo, Antonio García Gutiérrez (1813-1884), pero lo intentaremos a base de renombrarlo una y otra vez. Hoy, en nuestra efemérides, recordamos una curiosa anécdota del vate chiclanero aparecido, el 26 de noviembre de 1910, en un artículo titulado: “Famosa tertulia” en el semanario “La Hormiga de Oro, Ilustración Católica”.
Hacia 1860 se reunían “en el palacio de un magnate español”, gente acaudalada, marqueses y barones junto con poetas de la época: Bretón de los Herreros, Gil y Zárate, Ventura de la Vega, Martínez de la Rosa, Hartzenbusch … –por solo nombrar a los amigos del chiclanero– en un ambiente, imaginamos, entre animado y jocoso donde no faltarían los brindis al dios Baco y exquisitas viandas. Cierta noche se hablaba de los primeros ensayos literarios o composiciones que cada poeta había hecho: versos sueltos, odas, anacreónticas, estudios críticos sobre obras maestras… Todas encomiables, según sus autores. Mientras otros hablaban el autor de «El trovador» permanecía en silencio. Cuando le tocó el turno dijo: “Mis primeros versos fueron a una balanza”. El “marqués de Molins exclamó: ¡Precioso tema!”. El “de la Pezuela añadió: ¡Asunto simbólico!”. Y el “de Rivas agregó: Se referirá a la balanza de la Justica”. “Nada de esos, señores, –interrumpió García Gutiérrez– dediqué mis primeros versos a una balanza, no simbólica, sino común y corriente, de esas que sirven para pesar, y aún añadiré que para pesar fruta…”. “¿Cómo?” –dijeron todos–. Y don Antonio respondió: “Sí, señores; es lo que veía en mi casa, pues mi señor padre era frutero en Chiclana”.
Sin embargo, hemos de decir que su padre no fue frutero, sino ebanista ¡Las ocurrencias del chiclanero!
Bibliografía:
-BNE. Hemeroteca Digital. La Hormiga de Oro, Ilustración Católica, nº 48. Barcelona, 26 de noviembre de 1910.