POR MANUEL GONZALEZ RAMIREZ, PRESIDENTE DE LA FEDERACION DE ASOCIACIONES DE CRONISTAS DE MÉXICO.
Una anécdota:
El 24 de junio, día de la natividad de San Juan Bautista, felicité a un buen amigo de nombre Juan, quien me respondió: “Se agradece la felicitación pero a mi me pusieron ese nombre en honor a San Juan Nepomucemo cuya fiesta es el 12 de mayo”. Y yo solo atiné a decirle: “Para mi fue un pretexto para saludarte pero de hoy en adelante te felicitaré cada 12 de mayo”.
Una leyenda:
En la portada norte de la catedral de #Zacatecas aparece una escultura de San Juan Evangelista, al pie de la Cruz. Con la mano derecha sostiene una copa que alude a un intento de envenenamiento que sufrió en del que salió indemne.
Les comparto una obra pictórica de San Juan Evangelista con cáliz del que emerge un pequeño dragón en referencia a la leyenda mencionada. Fue realizada hacia el año 1605 por El Greco y su taller. Es un óleo sobre lienzo que se localiza en el Museo del Prado, Madrid.
Viste una túnica verde y un manto rosa, combinación cromática frecuente en este apóstol de rasgos aniñados, tez blanca y cabello rojizo y rizado. San Juan parece dialogar con alguien próximo, al que muestra el cáliz del que brota un dragoncillo o serpiente alada, una referencia al intento de envenenamiento que sufrió y del que salió indemne.
Esta obra del pintor y su taller perteneció al doctor toledano César Cabañas (1862-1930), quien la donó al Prado en 1921 (Texto extractado de Ruiz, L.: El Greco. Guía de sala, Fundación Amigos del Museo del Prado, 2011, p. 42).