SAN JAVIER DEDICA UNA PLAZA A MIGUEL GALLEGO ZAPATA, FALLECIDO EL PASADO VERANO.
Es costumbre inveterada de los pueblos agradecidos dedicar calles, plazas, parques e instituciones a los vecinos que ha destacado por su biografía y han llevado el topónimo fuera de sus fronteras, además de contribuir con su generosidad al engrandecimiento del mismo.
Cientos de vecinos acudieron al descubrimiento de la placa y acompañar a la familia en este acto tan acertado y emotivo.
El alcalde José Miguel Luengo, la Corporación Municipal, el Coronel director de la Academia General del Aire, el teniente de la Guardia Civil, el cronista oficial de la Región de Murcia, José Antonio Melgares , la Raeco y numerosos cronistas de las distintas localidades de la Región, el exalcalde Juan Martínez Pastor, así como el pedáneo de Santiago de la Ribera, Mauricio Ruiz Sáez y los párrocos de San Javier y Santiago de la Ribera.
Los sones del pasodoble ‘Cronista Miguel Gallego Zapata’ compuesto por José Miguel Castelló abrió el homenaje al que siguieron las palabras del alcalde y nieto del cronista, José Miguel Luengo, quién definió a su abuelo con el epitafio que él mismo acuñó en su momento “ser campeón de la amistad”, lema que llevó a cabo día a día “sabía perdonar y querer”.
En el momento de descubrir la placa junto al alcalde lo hicieron sus hijos Mique, Huertas, Tomás y Duli, emocionados y entre aplausos de todos los asistentes, mientras la banda sinfónica de San Javier interpretaba la “Vida es bella”.
Su hijo Tomás, en nombre de la familia, dio las gracias y recordó la vida de su padre, del que destacó su generosidad, bonhomía, su capacidad intelectual, su inquietud y trabajo por San Javier que dejó plasmados en los libros, artículos y escritos que engrandecen la historia del municipio y permanecen para las generaciones venideras.
Esa vida, por y para San Javier, se recuerda ahora y para siempre en la plaza con su nombre: en un emblemático lugar, cruce de caminos donde nació la villa, en el que se da la bienvenida al visitante, frente al Museo que impulsó, cerca de la Iglesia a la que dedicó su generosidad.
La trayectoria profesional de Miguel Gallego en sus distintos cargos, organizaciones y sus treinta años de cronista son ejemplo de lo que hace grande a un pueblo. En este caso San Javier, ha rendido homenaje al hombre, al amigo, al vecino, al padre, al abuelo, al cronista para quién “de San Javier al cielo” era un trayecto real, deseado y sin duda, conseguido.
Los párrocos de San Javier y de Santiago de la Ribera realizaron la bendición correspondiente y el acto acabó con la interpretación de la composición de Antonio Galindo para banda y orquesta “San Javier”.
Pero la celebración no acabó ahí porque Miguel Gallego sigue presente en cada momento de su pueblo, entre sus vecinos y amigos por su huella histórica imborrable y su generosidad ilimitada.
¡Qué grande es para el municipio su ejemplo!