UN LATIDO EN EL GÉNESIS QUE ESTÁ AQUÍ.
POR MANUEL GARCÍA CIENFUEGOS, CRONISTA OFICIAL DE MONTIJO Y LOBÓN (BADAJOZ)
Pespuntea en su dureza el frío de la mañana animando y empujando la gestación de las yemas y los brotes que se ejercitan ante el parto que barruntan.
Lo hacen calladamente, sin molestar, sin quejarse.
La luz precisa produce latidos en el génesis por la madurez de su embarazo. Pronto, en apenas unas semanas, se abrirá de par en par la antífona que canta la llegada de la vida. El campo ya pide, pregona, implora desde el ropero de enero labores de geoponía.