En su colaboración de hoy, el Cronista de Zacatecas, Manuel González Ramírez nos relató que en el mes de enero de 1785 comenzó la construcción del local para el Juego de Pelota de la ciudad de Zacatecas, “construcción deportiva inusual en aquel tiempo y quizás la más importante en su género que se vio en todo el virreinato”.
La Gazeta de México, publicada el 25 de enero de 1785, al respecto, agregó: «Zacatecas. Se está construyendo en esta ciudad una magnífica Plaza de Pelota que, cuando no compita se asemeje a la del Valle de Oyarzun, en la Provincia de Guipúzcoa. Los afectos que a tan honesta diversión hay en este Real son muchísimos; pero cuatro de ellos desean medir su destreza, conocimiento y agilidad con otros tantos, sean los que fueren, de ambas Américas, poniendo a un partido de dos mil pesos para arriba a favor de los vencedores; pudiendo venir a jugarlo cuando gustaren los admitentes, ciertos de que se depositará o asegurará la apuesta a toda su satisfacción.»
El «Juego de Pelota» aparece marcado con el núm. 27, en el conocido Plano de Zacatecas, de Bernardo de Portugal, año de 1799.
Estaba ubicado por el rumbo del actual Colegio Guillermo López de Lara que se encuentra frente al costado norte del Parque Enrique Estrada.
Para finales del siglo XIX se erigió un nuevo Juego de Pelota: el Rebote de Barbosa que se localiza en las faldas del Cerro de La Bufa. Y donde se sigue practicando ese deporte. Y está muy próximo a cumplir 150 años de existencia. Miércoles 18 de enero de 2023.
Los antecedentes de este juego:
JUEGOS DEPORTIVOS Y DE ENVITE EN LA AMÉRICA HISPANA.
El sentido lúdico de todo juego es inherente a todas las culturas y en todos los tiempos, vertiente innegable de la sociabilidad. En la América precolombina existía una importante variedad de juegos deportivos, particularmente en torno a un elemento universal: la pelota. En Mesoamérica el pokolpok o tlachtli, juego de la pelota, era jugado por mayas y aztecas, similar al batey caribeño del actual espacio haitiano. Asimismo, el trümün, el pillmatun y el hasta ahora practicado palin, bautizado por los españoles como “juego de la chueca” por la similitud con un juego castellano, eran juegos procedentes de la Araucanía. Los pueblos mesoamericanos también tenían el patolli, juego de mesa que se asemejaba a los dados, tal y como Bernardino de Sahagún lo describe en su Historia de las cosas de Nueva España. Aparte de las características lúdicas, de habilidad y deportivas, todos estos juegos tenían un sentido ceremonial y comunitario.
Los españoles trajeron su propio juego de la pelota, hoy conocido más comúnmente como Pelota Vasca, practicado desde hace más de cuatrocientos años en América y vigente al día de hoy con sus determinadas variantes. Por otra parte, el juego de la bola o las bochas hechas de madera, consistía en lanzar desde una determinada distancia, con el fin de acercarse a una bola de menor tamaño conocía como bolín. Los bolos, antecesores del actual boliche, también provenían de los europeos y se practicaba asiduamente en América.
Créditos: S.P. Yépez.