POR JOSE MANUEL TROYANO BIEDMA, CRONISTA OFICIAL DE BEDMAR Y GARCIEZ (JAÉN)
La tradición de conceder una encomienda de Órdenes Militares y sus rentas a un infante de otra dinastía no fue nunca un hecho frecuente en el Reino de España, pero existe un caso excepcional en el que se dotó a un miembro de la Familia Real marroquí: “Muley Jequí, hijo de Muhammad al-Mutawkkil, Rey de Fez y Marruecos, muerto en la desgraciada batalla del Rey de Portugal D. Sebastián -la batalla de los tres reyes o Batalla de Alcazarquibir (4/VIII/15789-, fue educado en España, donde había quedado en calidad de rehén; se bautizó en Madrid en 1593, poniéndole por nombre Felipe de África, y el rey Felipe II le hizo Caballero del hábito de Santiago en 1594 y le señaló rentas para que viviera con arreglo a su clase”.
El Príncipe Saadí Mawlay al-Shayj (Marrakech, 1566-Vigevano (Ducado de Milán, Italia), 4/XI/1621), llegó a España a la edad de doce años, tras la derrota del rey D. Sebastián y de su padre, y tras una estancia en Portugal (1578-1586), pasó a residir en Carmona de 1589 a 1593 y tras pasar por Valdemorillo, antes de su bautizo, se estableció en la Corte en la que residió entre 1594 y 1608, como “personaje de cargo”, escuchaba misa en la iglesia de Atocha y solía ir al convento de la Victoria (en la Puerta del Sol), y hasta asistió a la boda de Felipe III, rey de España; aunque tras su salida de España combatió por la Monarquía Hispánica en Milán y en Flandes. El propio Lope de Vega escribió sobre él: “Está el Príncipe de Fez en Milán sirviendo a su Majestad con un hábito de Santiago en los pechos, y tan honrado del rey y de la señora Infanta que gobierna a Flandes, que él le quitaba el sombrero, y ella le hacía reverencia”.
Según Félix Lope de Vega y Carpio (1562-1635), a quien se debe, en gran medida, parte de los datos que se conocen sobre el personaje, Muley Xeque, a quien describía de esta manera: “persona de rostro afable, imberbe y de cabello rizado”. decidió abandonar el Islam después de asistir en Andújar a la romería de la Virgen de la Cabeza en 1593. Una vez convertido al cristianismo, tras recibir el Bautismo el 3/XI/1593 en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, apadrinado por Felipe II, de quien recibió el nombre y por la infanta Isabel Clara Eugenia, D. Felipe de África fue intitulado Grande de Castilla de 1ª Clase, Infante de Fez y de Marruecos y Caballero de la Orden de Santiago, motivo este último por el que recibió de Felipe II el título de Comendador de Bedmar y Albanchez por orden dada en Madrid el 14/II/1596 y en base a que -según el Rey- “acatando los muchos y buenos servicios que don Felipe de África, hijo del rey de Marruecos y Caballero profeso de la dicha Orden, ha hecho a mí –Felipe II- y a ella –la Orden de Santiago-, y espero que hará de aquí adelante”. Tal nombramiento lo dirigió el Rey al Licenciado Juan de Cuenca, freyre de la Orden y su Capellán, con el fin de que fuese aceptado en la cabeza de la Encomienda bedmarense. A partir de ese momento se convirtió en un personaje conocido de la alta sociedad madrileña de la época y fijar su residencia en un palacete del siglo XVI sito en la confluencia de las calles de Huertas y del Príncipe, que luego ocupó el Palacio de los duques de Santoña.
El 30/IV/1601, estando en el Santuario de la Virgen de la Cabeza (Andújar), recibió de D. Juan Bautista de Gámez, Administrador de la Encomienda de Bedmar, la cantidad de 4.400 reales de vellón [Documento nº 1], de los 12.000 ducados que le proporcionaba. Por la literatura de la época, a través de D. Lope de Vega y Carpio, sabemos que este curioso personaje, conocido como el “Príncipe Negro” –“negro era y príncipe también”, “huido de Marruecos” en 1578, quien tras ser bautizado se convirtió en un amante de las tradiciones populares giennenses, tales como la Romería de la Virgen de la Cabeza a la que acudía casi siempre y de la que habían de sacarle sus lacayos y el administrador de su Encomienda de Bedmar y Albanchez, debido a su gran afición por el vino y los naipes. En dicha Encomienda se mantuvo hasta su muerte, ocurrida el 4/XI/1621.
D. Lope de Vega y Carpio, que fue su amigo personal y quien glosó su figura en su comedia: “Tragedia del rey Don Sebastián y El bautismo del príncipe de Marruecos, pues en ella se cuenta toda su vida hasta su conversión y su bautismo, una obra en la que intervienen más de cincuenta y seis personajes y en la que su autor, se presenta a sí mismo como testigo director de los hechos. En el primer acto el poeta evoca la “Batalla de los tres reyes” y la muerte del rey Don Sebastián de Portugal en 1578, los siguientes actos contienen las escenas del peregrinaje a la Virgen de la Cabeza con bellos parajes de poesía popular y rustica, así como el Soneto que sigue: “Alta sangre real, claro Felipe, / a cuyo heroico y generoso pecho / el límite africano vino estrecho, / aunque en grandeza a Europa se anticipe, / porque el cielo ordenó que participe / de otro imperio mayor vuestro derecho / y que se ocupen en tan alto hecho / los cisnes de las fuentes de Aganipe; / tanto os estima a vos, Príncipe, solo, / que un día aventuró para ganaros / con cuatro reyes veinte mil personas, / trocando el bajo por el alto polo, / a Fez en Fe, y a vuestros montes claros / por claros cielos y por mil coronas”. De igual manera el poeta del Siglo de Oro Español D. Esteban Manuel de Villegas (Matute (Logroño), 1589-1669), compuso una comedia sobre la conversión del Príncipe de Marruecos, Muley Xeque, con motivo de asistir a la Romería de la Virgen de la Cabeza en el S. XVI. Tal libro se imprimió en Madrid en 1605. E incluso, D. Pedro Calderón de la Barca (1600-1681), en su Comedia manuscrita: El Gran Príncipe de Fez y Don Balthasar de Loiola, se señala que fue vecino de D. Miguel de Cervantes Saavedra.
Finalmente he de señalar que, al producirse la expulsión de los moriscos de la Península Ibérica (1609-1610), la presencia de un antiguo musulmán en la Corte se volvió incómoda, razón por la cual Muley Xeque se trasladó a las posesiones españolas en Italia y murió en Vigevano, entre Milán y Pavía, donde supuestamente está enterrado, aunque no se conoce con exactitud el lugar de su sepultura. Fue un cronista de Vigevano, Matteo Gianolio di Cherasco, quien recogió la azarosa vida de Muley Xeque en un libro titulado Memorie storiche intorno la vita del real principe di Marocco Muley-Xeque, que es otra de las fuentes históricas sobre la vida de este personaje.
Mulay Ech-Cheij, redactó un Testamento en el que aludía a una hija natural, llamada Josefa de África que se hizo monja del Convento de San Pablo de Zamora, del que fue profesora, declarándola su heredera universal. Felipe de África murió en la fe católica, el 4/XI/1621. Tras la muerte de D. Felipe de África, el rey nombró, por título dado en Madrid el 24/XII/1621, como Administrador de esta Encomienda a D. Luís de Venegas Figueroa, Comendador de Paracuellos del Jarama y su aposentador mayor.
Documento nº 1. 1601, abril, 30. Andújar. El Príncipe de Marruecos y Comendador de Encomienda Bedmar y Albanchez de la Orden de Santiago, estando en Andújar, con motivo de la Romería de la Virgen de la Cabeza, recibió de manos de D. Juan Bautista de Gámez, Administrador de su Encomienda, la cantidad de 4.400 reales. En ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE JAÈN. Escribanía de Andújar: Fernando Pareja. Legajo nº 2.882. Folio 208r.
“El Príncipe de Marruecos: SEPAN, cuantos esta Carta vieren, como yo D. Felipe de África, Infante e Marruecos, Comendador del Hábito de Santiago, cuya es la Encomienda de Bedmar y Albanchez, vecino que soy de la villa de Madrid estante al presente en esta muy noble e muy leal ciudad de Andújar, DIGO que yo tengo por mi Administrador de los bienes de la dicha Encomienda de Bedmar y Albanchez a Juan Bautista de Gámez, vecino de la dicha villa de Albanchez que está presente y el cual cobre en mi nombre toda la renta de la dicha
Encomienda e yo tengo dado poder en causa propia a Antonio y Diego de Quirós, mercaderes y vecinos de la dicha villa de Madrid para que puedan recibir y cobrar del dicho Juan Bautista de Gámez todo lo que han rentado y rentaren los frutos de la dicha Encomienda porque los susodichos me van pagando y dando para mi gasto lo que yo he menester y al presente yo he venido a esta ciudad y tengo necesidad para mi mantenimiento y gasto de mi persona e criados y aunque había de traer certificación y carta de los dichos Antonio y Diego de Quirós para el dicho Juan Bautista Gámez me diere para lo que hubiere menester para el dicho mi gasto no las truje y he enviado a llamar a el dicho Juan Bautista de Gámez para el dicho efecto, el cual viendo la vigente necesidad que se me recrece, quiere darme y entregarme cuatro mil e cuatrocientos reales con que yo le dé seguro y mi fe y palabra como Príncipe de lo que ansí me dá y se le pasará en cuenta por los dichos Antonio y Diego de Quirós y que se hará pagado de lo que así rentare la dicha mi Encomienda, de manera que no aumentare cosa alguna. Por tanto otorgo y conozco que recibí del dicho Juan Bautista de Gámez los dichos 4.400 reales, los cuales recibo en presencia del escribano público y de los testigos aquí contenidos y doy mi fe y palabra como Príncipe que al dicho Juan Bautista de Gámez se le recibirán en cuenta por los dichos Antonio y Diego de Quirós y que yo le enviaré certificación y carta de los susodichos para donde se les reciba en cuenta y le doy poder en causa propia a susodicho Juan Bautista de Gámez para que de los bienes de la dicha Encomienda y de otros cualesquier míos que hallare a donde quiera que estuvieren pueda recibir y cobrar para él mismo y como en su causa y efecto mismo propio los dichos 4.400 reales. Fecha en la dicha ciudad de Andújar a 30 días del mes de abril de 1601 años. Siendo presente por testigo Diego de Pareja y Andrés Velázquez y Leandro de Albarracín, vecinos de esta dicha ciudad de Andújar. E yo el escribano doy fe de que conozco al otorgante y que se entregaron en mi presencia los dichos 4.400 reales. El Infante de Marruecos. Fernando de Pareja, escribano público”.
Fuentes y Bibliografía.
ARCHIVO HISTÓRICO PROVINCIAL DE JAÈN. Escribanía de Andújar: Fernando Pareja. Legajo nº 2.882. Folio 208r. BIBLIOTECA NACIONAL. Mss. 10.996, fol. 5 vº. ÁLVAREZ DE ARAUJO Y CUÉLLAR, Ángel. Las cuatro órdenes Militares españolas: Santiago, Calatrava, Alcántara y Montesa. Imprenta de Fernando Cao y Domingo de Val. Madrid, 1891. P. 35. DE BUNES IBARRA, Miguel Ángel y ALONSO ACERO, Beatriz. “Muley Xeque en la corte de Felipe II”, en De Maŷrit a Madrid: Madrid y los árabes, del siglo IX al siglo XXI. Daniel Gil Flores (ed.). Barcelona, 2011. DE TORRES MARTÍNEZ, José Carlos. “La fiesta de Nuestra Señora de la Cabeza según Miguel de Cervantes”, en Boletín del Instituto de Estudios Giennenses. Jaén, 2006. Nº 193. Pp. 157-172. MESONERO ROMANOS, Ramón de. El antiguo Madrid. Paseos histórico-anecdóticos por las calles y casas de esta villa (1ª edición. Madrid, 1861). Madrid, 1990 -2ª Edición facsímil de Ediciones Dossat-. P. 148. OLIVER ASÍN, Jaime, Vida de Don Felipe de África, Príncipe de Fez y Marruecos: 1566-1621, C. S. I. C., Granada, 1955. TROYANO VIEDMA, José Manuel. Bedmar: Cabeza de Encomienda en la Orden de Santiago (1313-1837). Cimapress. Madrid, 2021. Pp. 431 y 521-522
FUENTE: J.M.T.B.