POR ANTONIO BOTÍAS SAUS, CRONISTA OFICIAL DE MURCIA
Al pobre hombre, según las crónicas, lo salvó de la infección una antigua Virgen de San Esteban, hoy perdida.
Se le puso, al desgraciado, «el brazo como un muslo». Así describía el cura José Villalba y Córcoles el resultado del tremendo «bocao » que así se…
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