POR FRANCISCO JOSÉ ROZADA MARTÍNEZ, CRONISTA OFICIAL DE PARRES-ARRIONDAS (ASTURIAS)
La orden de san Ignacio o frailes teatinos compraron varias fincas en la zona de El Fontán -fuera de las murallas de la ciudad de Oviedo- y levantaron una iglesia y un colegio bajo la advocación de san Matías que tardaron más de cien años en concluir, a partir del siglo XVI.
Era un lugar con una depresión en la que se formaba una zona cenagosa a modo de laguna hedionda, a la que los ovetenses vertían todo tipo de desechos.
Drenada por el Ayuntamiento la zona quedó medio saneada y en ese solar los jesuitas -que estaban establecidos en el conocido como Campo de los Reyes, lejos del centro- la dedicaron a levantar su iglesia y colegio.
Cuando la orden de san Ignacio fue expulsada de España en el año 1767 sus bienes fueron repartidos y el complejo religioso y educativo pasó a manos de la parroquia de san Isidoro, que estaba ubicada en la que hoy llamamos plaza del Paraguas.
Arrendaron las dependencias del colegio hasta que -tres décadas después- acabó convertido en un cuartel, después fue desamortizado, pasó por las manos de Hacienda y acabó en estado de ruina.
La junta revolucionaria ordenó en 1868 que el edificio fuese derruido.
Cuando los jesuitas regresaron a Oviedo el colegio ya no existía.
El Estado vendió el solar al Ayuntamiento y pasó a construirse el actual mercado cubierto de El Fontán -antes conocido como Mercado del 19 de octubre- concluido el año 1885, diseñado con los modernos parámetros del momento.
FUENTE: https://www.facebook.com/franciscojose.rozadamartinez