MANUEL LÓPEZ FERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE VILLANUEVA DEL ARZOBISPO
DOÑA ARACELI RIVERA ABAD
Charlamos con algunas de sus alumnas, Manuela Ojeda y Dionisia Robles, que se trasladaron a su infancia, con palabras agradecidas.
“ Mi maestra se hospedó en la calle Parras, en casa de la familia Anaya. Primeramente tuvo su escuela en el Barrio de las Fuentecillas. Asistíamos a ella, Antonia, Maruja Sánchez, Fuensanta, Hortensia López, Julia, Carmen Martínez, Pepa…
Por las mañana teníamos, escritura, lectura y operaciones aritméticas; por la tarde labores y el rezo del Rosario, cada día una alumna.
Desde el Barrio de las Fuentecillas o Cuesta nos trasladaron a las Escuelas Nuevas, – casi los dos extremos de la localidad- primeramente nos dio clase Doña Eusebia, al poco tiempo se incorporó Doña Araceli, que tuvo la escuela en la casa de Misericordia, en la calle Gitanos. Era un local muy pequeño, dos habitaciones, en la de dentro había unos ocho pupitres y en la de afuera, una mesa grande con unas pocas sillas.
La escuela tenía en las paredes los cuadros de La Purísima, y más pequeña la Virgen de las Angustias, Patrona de Granada, donde ella nació. No faltaba el cuadro de Franco.
A todas nos quedó grabada una excursión a la Parrilla, ella nos acompañó, pero montada en burro iba Encarnita Montoro. Evocan las comuniones con su sencillez en la que la maestra nos invitaba en su casa a una torta; la asistencia a los actos de los Misioneros, que periódicamente llegaban a Villanueva. Asistíamos con unos estandartes que dibujábamos en cartulina.
Maestra rígida, que nos forzaba a trabajar,y con los castigos de la época, la palmeta, de rodillas con los libros sobre las manos, en alguna ocasión nos ponía orejas de burro…pero que supo enseñarnos a un grupo de niños. A Dª Araceli la recordamos con la mayor gratitud “.
DOÑA CARMEN JIMÉNEZ
Una de sus alumnas Lorenza Rodríguez, nos narra como estuvo largo tiempo con esta maestra, en la escuela de la calle Gitanos, en la casa de Misericordia.
La recuerda como una maestra recta, severa, que utilizaba la palmeta, echándose ajo las alumnas en las manos, para que le doliesen menos los palmetazos.
La mañana la dedicaban al dictado,cuentas y tabla de multiplicar y por la tarde labores. Evoca la participación de las alumnas en los certámenes catequísticos y la llegada de la Inspección para visitar las escuelas, realizando distintas preguntas a las alumnas y observando los cuadernos de trabajo,
Me indica como implantó el uniforme blanco con corbata azul para sus alumnas. Residía en Cristo Rey, acompañándola, Lorenza, en numerosas ocasiones hasta allí. Muestra el agradecimiento por la labor de esta maestra. Recuerda aún los límites de España, los ríos y escribiendo con una caligrafía aceptable.
Tras su marcha a Granada siguieron conservando una excelente amistad, cruzando alguna correspondencia.
Dolores Franco con una memoria privilegiada nos habla de sus recuerdos escolares “Con seis años fui al colegio que estaba en la calle que llamaban “Los Gitanos”. Era una Escuela Nacional de Niñas, número 6, con una maestra de Linares, Doña Ana María López Jiménez, que se hospedaba en una casa particular en la calle “Cantarerías”. Una señora mayor, que siempre vestía hábito marrón, casi hasta los pies y chaqueta azul marino, con un moño canoso. La señora era tan buena como un trozo de pan; a los cuatro años se fue de vacaciones y ya no volvió, la trasladarían a otra localidad.
Después vino una nueva maestra, señora joven, Doña Carmen Jiménez Fernández, que era de Granada y se hospedaba en el Colegio de Cristo Rey. Era como se suele decir, un pincel. Nos puso uniforme blanco y corbata azul marino, y ella uniforme blanco. Se pintó la escuela y nos puso un cuaderno para cada asignatura, forrados con papel barba blanca. Los domingos nos juntábamos todas las niñas con el uniforme y nos llevaba a la Misa de Niños de la Parroquia de San Andrés. Después regresábamos a la escuela y cada una a su casa.
El lunes teníamos que llevar un ejercicio de redacción contando lo que habíamos hecho. Nos enseñó a coser, bordar, nos inculcó la lectura y nos mandó comprar unos libros de Fábulas para leer en casa. Libros que conservo “Oíd niños”, “Mis amiguitos” y se me perdió “Pili y Lola”. Yo les leía estos libros a mis padres por las noches. Los libros los compramos en la Librería Segarra. También conservo un libro que nos regaló Doña Carmen al final del curso 1954/55 como segundo premio por aplicación, dedicado de su puño y letra, llamado “Florilegio de Mujeres Españolas”. El primer premio fue para Catalina Marchante. Este fue el último curso que estuve con doña Carmen, una maestra y mujer ejemplar, que la recuerdo con mucho cariño, Guardo como oro en paño la Cartilla de Escolaridad con mi foto.
DOÑA ESTRELLA MARCO
Nació en nuestra localidad en el año 1908. Cursó sus estudios en Las Teresianas de Jaén. Tras finalizar Magisterio, ejerció en Peal de Becerro y después llegó trasladada a Villanueva.
Su primera escuela la tuvo en la calle Cánovas y después en la calle Goleta. Recibió un voto de gracia de la Inspección. Estuvo en Villanueva durante doce cursos y después marchó a Sevilla, donde su esposo D. Alfredo Calvo Borreguero fue nombrado Delegado de Educación. En sus recuerdos cita a las alumnas Carmen Linares, Alicia Vañó, las hijas de Justo o de Pedro Diéguez..Las alumnas llevaban una bata blanca. Dividía la enseñanza en tres grados. Por las tardes cosían en el patio. Le gustaba que las alumnas supieran memorizar, quedándose castigadas las que no aprendían la lección. A veces realizaban excursiones a la Fuensanta, Puente Mirabueno o al campo para coger collejas, un alimento extraordinario en aquellos tiempos de penuria. Las alumnas asistían en ocasiones al culto de “los protestantes”, ya que su capilla estaba lindera con la escuela. Recuerda que un trapero de Valencia, llamado Blas, hacía una falla, que la quemaban en la calle el día de San José. Colaboró en los años cincuenta, junto al magisterio local, en todos los actos y procesión de la Cofradía de la Borriquilla .
DOÑA NATI
Nos habla de ella, María Luisa Olmedo, para la que esta maestra fue como una madre: “ La escuela estuvo en la calle Enrique III, en la parte baja,luego en el Ayuntamiento en la parte alta y por último frente a la Notaría.
Llegó Doña Nati a Villanueva como maestra particular de Carlos Bueno, y después hizo oposiciones.
La escuela la tenía dividida en dos partes, se sentaban en pupitres las más pequeñas o las que iniciaban el aprendizaje de la lectura. Las ponía en fila para leer las cartillas. Las alumnas mayores se agrupaban en mesas cuadradas y utilizaban la Enciclopedia Álvarez. Las tardes se dedicaban a coser y bordar . Tuvo gran interés en que todas las alumnas aprendieran y les insistía en la limpieza personal, de la clase y que no arrastrasen las sillas.
Recuerda cuando Franco pasó camino del Pantano del Tranco , que todas las alumnas subieron a la Fuensanta con sus lazos y banderines blancos.
Era guapa y tenía gran genio.
Ella y D. .Poli fueron las personas que hablaron con D. Paulino Garófano, para que yo pudiese entra en la farmacia como auxiliar.
Murió en el año 1994.
FUENTE: EL CRONISTA