POR JUAN JOSÉ LAFORET HERNÁNDEZ, CRONISTA OFICIAL DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA (LAS PALMAS)
Eso se puede se percibir al transitar en nuestra Transgc por frondosas laderas y pinares entre Teror y Artenara, al discurrir por los intrincados senderos de Tejeda.
Desde casi sus inicios ha tenido que compartir protagonismo con otro gran hito insular, el Carnaval, celebrado en estas mismas fechas de febrero y que, como señalaba Domingo J. Navarro en sus recuerdos a finales del siglo XIX, nuestros antepasados esperaban siempre ansiosos y lo «prologaban lo más que podían», como vaticinando lo que acontece en la actualidad. Es la Transgrancanaria un evento que, más de veinte años después de su aparición, trasciende lo meramente deportivo, y se instaura en el seno de la vida insular como un verdadero hito para la identidad isleña en este siglo XXI, o al menos de lo que va recorrido, que no es bueno hacer predicciones de futuro con tanta rotundidad, aunque, si sigue por la misma senda, si que se le augura un porvenir creciente.
Acaba de terminar lo que ya se conoce como ‘Semana Transgrancanaria’, pues de ser una actividad deportiva circunscrita a un último e ilusionante fin de semana de febrero, se ha convertido en un evento deportivo, con mucho de socio-cultural, plagado de muy diversas actividades a lo largo de siete días, que miles de insulares, y otro tanto de foráneos de muy diversas latitudes, esperan ansiosamente desde muchos meses antes, casi desde el mismo día que cierra cada edición. Una actividad y unas vivencias con las que no sólo se identifican deportistas, aficionados y seguidores, así como un enorme público que las rastrea por muy diversos rincones de la geografía de esta isla redonda, sino con las que se ha insertado plenamente la sociedad isleña a través de muy diversos estamentos, como resaltaba el presidente del Cabildo, al presentar en Teror una carrera que, al «esfuerzo enorme» de la empresa organizadora, Arista, aúna fecundamente no sólo muchas marcas empresariales, sino muchas instituciones públicas, en especial ayuntamientos, y miles de personas que contribuyen a la misma ya sea como ‘voluntarios’, atendiendo las más diferentes e imprescindibles tareas, a veces con gran carga de responsabilidad y condiciones duras en plena naturaleza, o como particulares que respaldan y disfrutan del evento, y es que, como subrayaba Antonio Morales , «la colaboración público privada hace posible que esta carrera sea una realidad».
Eso se puede se percibir al transitar en nuestra Transgc por frondosas laderas y pinares entre Teror y Artenara, al discurrir por los intrincados senderos de Tejeda buscando ascender al mismísimo Nublo, al descender por La Plata a Tunte o al traspasar la degollada de La Manzanilla y adentrarte en Pilancones camino de Ayagaures, donde subyuga la visión del ahora vacío caserío de Las Tederas, que nos recuerda esa rosácea y bella planta forrajera aquí conocida como ‘tedera’, o al adentrarte por los sugestivos y agrestes bbarrancos del sur, en especial por ‘Los Vicentillos’. Algo que me permitió ser testigo, hace ya años, como un corredor foráneo, extasiado ante aquellos paisajes exclamara a pleno pulmón ‘¡madrita, que isla, que carrera!’.
Semana Transg que señala a la isla y la identifica ante propios y foráneos. Tejeda este año será epicentro, pero de un conjunto en el que cada punto tendrá la misma y efectiva relevancia, y contribuirán a descubrirnos esa isla en la que Miguel de Unamuno trazó su ruta, una peculiar visión de la misma, que esta carrera también vivifica en muchos de sus tramos. Y Gran Canaria será fiesta y paraíso del trail, lugar donde se sueñan retos, logros de grandes marcas deportivas, en un terreno muy exigente, al tiempo que vivencias para más de cuatro mil corredores, a cuyos esfuerzos e ilusiones se aunaran miles de grancanarios, que se sienten orgullosos de contar con un evento tan actual y propio de la isla.
FUENTE: https://www.canarias7.es/opinion/firmas/transgrancanaria-hito-20230227091602-nt.html