LA DICTADURA DE PRIMO DE RIVERA (1923-1930) EN ALCALÁ LA REAL
POR MARIA TERESA MURCIA CANO, CRONISTA OFICIAL DE FRAILES (JAÉN)
El 13 de septiembre de 1923 el Capitán General de Cataluña, Miguel Primo de Rivera, con el apoyo de las clases dirigentes, y de las guarniciones militares, se proclama jefe de un directorio que va a ser aceptado por el rey Alfonso XIII. Directorio Militar que en 1925 se transforma en civil, proyectándose una Constitución que no llega a realizarse porque el general, sin el apoyo de todos los que en un principio lo aceptaron, se retira el 30 de enero de 1930. Durante los más de siete años de su mandato se restablece el orden y se solucionan la cuestión marroquí, además de iniciarse impresionantes proyectos económicos, aunque solo en parte terminados. Sí se realiza una honda reforma en los Ayuntamientos con el Estatuto Municipal del ministro Calvo Sotelo, inspirado en el proyecto de Maura de 1907, por el que se da mayor autonomía a los ayuntamientos y se refuerzan sus recursos hacendísticos, además de regular el funcionariado. Las exposiciones de Sevilla y Barcelona, el año 1929, fueron el canto del cisne de este período , en el que se hacen reformas sociales, para las que se entró en contacto con el Partido Socialista, colaborando en principio dos de sus jefes, Largo Caballero y Prieto. Pero estas reformas no fueron tan profundas como exigía la situación española y el conflicto social. Así que al cesar la Dictadura, España presenta los mismos problemas que cuando se había iniciado, mientras que la monarquía aparece herida de muerte por la quiebra de la Constitución que supuso el pronunciamiento de Primo de Rivera.
El 2 de octubre de 1923 se inicia en Alcalá este período por el Teniente Jefe de Linea de la Guardia Civil, según Real Decreto recibido por telegrama. Más tarde será un capitán el que, con título de Delegado Gubernativo, presidirá las reuniones municipales, junto a el alcalde accidental, hasta que en abril de 1924 se establece el Estatuto Municipal, eligiéndose al que será alcalde de la Dictadura y uno de los mejores alcaldes de Alcalá, José Benavides Luna.
En apenas siete años la juventud del alcalde, unida a la madurez del primer teniente-alcalde Juan Sánchez-Cañete López, junto a otros alcalaínos que, como ellos dejaron la política a un lado para preocuparse solo de buscar soluciones a los problemas lograron mejorar notablemente a la población y su campo.
En primer lugar el abastecimiento de agua, con el se sitúa a Alcalá a la altura de las principales ciudades de entonces, al llevar el agua a los domicilios particulares por medio de una nueva red que, partiendo del Nacimiento, aprovecha las aguas de este en toda su plenitud y pureza, y, subiendo por las calles altas, lleva también el agua por medio de seis nuevas fuentes, a las familias que, por carecer de medios, no podían pagar las 600 pesetas que costaba la póliza del agua a domicilio. Con el dinero de estas pólizas se pagó el total de la obra y sobró para el pavimento de la plaza de la Constitución.
El Paseo Público, gracias al agua, se pudo convertir en un verdadero parque, con nuevas plantaciones y diseño de glorietas y parterres. Se fundó una banda de música contratándose al director por medio de concurso nacional2. Se hicieron juegos florales y sobre todo se compró al obispo de Jaén el palacio Abacial, logrando con ello que este edificio emblemático del pasado esplendor alcalaíno quedara integrado en el pueblo y para uso del pueblo3. En 1927 se marcharon los inquilinos del Palacio Abacial, y se hizo necesario atender a sus reparaciones, proponirendose como lugar adecuado para la instalación en ese espacio de los grupos escolares. Se crearon nueve escuelas en las aldeas que carecían de ellas, como es el caso de Mures y Ermita Nueva, Santa Ana, Las Grajeras y Fuente Álamo en 1924. Y Ribera Baja, Ventas Agramaderos, Pilillas y Fuente del Rey en 1928. Se llevó el fluido eléctrico a algunas de las aldeas y se mejoraron los caminos vecinales. Dos edificios religiosos desaparecieron en esta etapa vendidos por sus antiguos propietarios y demolidos por los nuevos. El antiguo convento de monjas Trinitarias, y la iglesia de la Veracruz.
Se instala el teléfono en las casas particulares, se celebra la Fiesta del Árbol, Se nombra una comisión para instalar un nuevo cementerio pues el que había en la Mota se encontraba en muy mal estado,se proyecta arreglar la arteria principal de Alcalá, la Carrera de las Mercedes, una proposición de Blas Ramírez, para que se traslade la plaza de Abastos al Paseo de la Mora, ampliando sus dimensiones, y con la piedra que salga de la ampliación se arregle la calle, vifurcando las aguas llovedizas por ambos lados y que se coloquen árboles, y que cuando se haya quitado la plaza de abastos de la de la Constitución, se coloquen en esta siete bancos de piedra, madera o hierro, y se curiosee, puesto que hoy es un foco de infección4.La Plaza de Abastos que se encontraba en la plaza del Ayuntamiento se llevó a la Fuente de la Mora, con lo cual se embelleció el centro de la Ciudad.sus dimensiones, y con la piedra que salga de la ampliación se arregle la calle, vifurcando las aguas llovedizas por ambos lados y que se coloquen árboles, y que cuando se haya quitado la plaza de abastos de la de la Constitución, se coloquen en esta siete bancos de piedra, madera o hierro, y se curiosee, puesto que hoy es un foco de infección1.La Plaza de Abastos que se encontraba en la plaza del Ayuntamiento se llevó a la Fuente de la Mora, con lo cual se embelleció el centro de la Ciudad.
Pero el principal problema, el paro obrero, solo logra paliarse acudiendo a la beneficencia de la Cocina económica o alojamiento temporal, que claro es, no son suficientes.
Aunque es esperanzadora la vista de las actas de la primera etapa de la Dictadura, en las que aparecen las firmas de los jefes de los partidos republicano y socialista, Pablo Batmala y Salvador Frías, que lucharon también por solucionar los broblemas alcalaínos, desgraciadamente, el giro brusco de la Historia terminó esta fugaz esperanza con la muerte violenta de casi todos los firmantes, victimas de uno u otro bando.
1 AMAR. Libro de Actas de 1923. 10 de diciembre.
