POR JOSÉ LUIS ARAGÓN PANÉS, CRONISTA OFICIAL DE CHICLANA DE LA FRONTERA (CÁDIZ).
Chiclana y otros pueblos de la provincia solicitan al presidente del Gobierno socorros económicos por inundaciones
Un fuerte temporal de lluvia –que azotó a gran parte de España– volvía a inundar y causar daños en la ciudad de Chiclana, en sus campos y en los de una gran parte de la provincia de Cádiz. Desconocemos la cuantía de las pérdidas, pero los destrozos fueron grandes y se malograron gran parte de los sembrados. La noticia aparecida en la prensa nacional el 18 de marzo de 1930 no dejaba de ser, por esperanzadora, importante para los vecinos de la población y el resto de los comprovincianos.
La situación era tan grave que los ayuntamientos de El Puerto de Santa María, Puerto Real, Chipiona, Rota, Medina Sidonia, San Fernando y Chiclana formaron una comisión que fue recibida en Madrid por el presidente del Gobierno, Dámaso Berenguer, conde de Xauen (1873-1953), en el palacio de Buenavista. La prensa informó al respecto: “Los comisionados expusieron la triste situación en que se encuentran centenares de familias afectadas por los destrozos de los últimos temporales, y solicitaron les sean concedidos socorros. El asunto ha sido ya motivo de expediente que obra en la presidencia”.
Solo tres meses después –en junio– el río Iro se desbordaba por enésima vez destrozando la muralla de la margen izquierda del cauce e inundando el casco histórico. Era la octava riada en lo que iba de siglo.
Bibliografía: