POR JOSÉ ANTONIO MELGARES GUERRERO, CRONISTA OFICIAL DE LA REGIÓN DE MURCIA Y DE CARAVACA (MURCIA)

Domingo de Pasión, he asistido a la ceremonia con que concluyen los cultos cuaresmaled al Stmo. Cristo de la Salud, en la iglesia-museo de S. Juan de Dios de Murcia. El ambiente sobrecogedor, con iluminación exclusivamente a base de cirios, me ha evocado otros tiempos, cuando no existía la luz eléctrica, y esta era la manera de iluminar los templos. Durante muchos siglos fue así de intimista la celebración de los actos litúrgicos. La luz eléctrica es cosa de poco más de cien años. El atrezzo ha, sido cosa de Alejandro Romero, quien prepara con sumo cuidado, gusto escénico y solemnidad litúrgica todo cuanto se le encarga.

Los mayores recordarán conmigo que por hoy se ocultaban las imágenes en los templos con paños morados, para no distraer la, atención de los fieles en otras prácticas piadosas que no fueran las exclusivamente pasionales. También esto acabó por culpa de la simplista interpretación de unas inexistentes normas emanadas del Concilio Vaticano II. No he encontrado norma alguna que prohiba aquella práctica litúrgica tradicional.

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