POR SANTIAGO IZQUIERDO, CRONISTA OFICIAL DE SAN SEBASTIÁN DE LOS REYES (MADRID)
Entre los nativos y los que llevan muchos años viviendo en nuestra localidad utilizamos una serie de nombres que damos a calles y parajes que no los encontramos en el callejero, así que cuando decimos: hoy en el encierro ha habido un mozo que se las ha visto fatal en la curva de la Chorina sabemos que nos estamos refiriendo al final de la calle Postas, donde hoy está la Plaza del Tejar; otras veces se dice pues me he ido andando hasta las Eras de Arriba, y es que hemos ido al final de la calle San Onofre, junto al recinto ferial; otras veces se dice eso está por donde las Huertas, lo estamos situando frente al Colegio Francisco Carrillo, donde estaba la fuente del Pilar de Arriba.
Ha habido parajes que han tenido mejor suerte y si han sido recogidos en el callejero como ocurre con Barrillero, Hontanillas, Higueras, Alto del Socorro, Alamillos, Santa Bárbara, Valdelasfuentes, Navarrondán, Matapiñonera, de lo Cortao, Fuente Nueva, Cerro de la Encina del Águila, así como ha sido un acierto que los nombres de los nuevos barrios también se conozcan por su toponimia: Dehesa Vieja, Moscatelares, Tempranales, y próximamente Cerro del Baile.
En el casco antiguo se ha conseguido recuperar algunos de los nombres del viejo callejero como calle de la Fragua y las plazas de los Olivares, del Progreso y del Tejar y unirlos a dos personajes que son transcendentales en nuestra historia: Francisca de Bértulo y Pedro Rodríguez el viejo. Asimismo se ha rendido tributo a nuestros dos historiadores del siglo XIX: Laureano Montero y Leopoldo Jimeno.
En el caso del Barrio de los Arroyos hubo que protestar tenazmente desde el Archivo Municipal para que dejase de llamarse el barrio de los sectores, y afortunadamente triunfó la denominación de los Arroyos, pues el barrio está limitado por los arroyos Valdelasfuentes, Valconejero y de los Quiñones, y soterradamente se encuentra el Arroyo Jorge.
En otro momento será interesante hacer un recorrido por los nombres que encierra nuestro callejero tanto en el casco antiguo como en los ensanches y las urbanizaciones, y saber quienes fueron Petra de Prada, Juan Bertoncini, Silvio y Esperanza Abad, Juan Olivares Mateo, Laureano Montero, Agustín y Antonia, Ruy Gómez, Sancho Rosa, Ricardo Lasa o José Sanz Leonor, etc.
Una calle con solera: Los Olivares
Hay una calle emblemática en el trazado urbano de San Sebastián de los Reyes que no la encontraremos en el callejero y me estoy refiriendo a la calle de los Olivares, y que no es otra que las calle Bilbao, en pleno corazón histórico del pueblo. Es posible que este nombre nos suene más debido a que en ella tiene su sede social la Peña de los Olivares y en fiestas montan su particular verbena.
Quién o quiénes y cuándo se designó como de Bilbao y por qué, pues la verdad es que no está documentado. La realidad es que a mediados del siglo XIX cuando se confecciona el padrón para numerar las casas de la población ya aparece con el nombre de Bilbao, muchos recordamos la placa de mármol que estaba a la entrada de esta calle en la que figuraba Bilvao, sí con uve, se tenía que haber conservado para poderla mostrar en el Museo del Caserón.
Era una de las calles con más solera del pueblo, y digo era porque hoy ha perdido su tradicional fisonomía, para bien o para mal. En ese padrón que he mencionado figuraba como la calle que más viviendas tenía, con su típica hilera de viviendas bajas, que apenas se diferenciaban unas de otras, de manera especial en los números pares. Hagamos un ejercicio de memoria, os invito a que recordéis todas las casas que había desde la casa de la esquina de la calle Mayor, la de la tía María de Pío, hasta la casa del tío Longuis, y mediando la calle la casa del tío Cayetano. Cuánta historia de nuestro pueblo y de sus gentes se ha gestado en esta calle.
El nombre tradicional de Olivares se debe a que al final de la calle, en su parte izquierda, había unos pocos olivos, que aún muchos llegamos a conocer, y que en un tiempo anterior habría muchos más, ya que aunque nuestra zona no es abundante en olivos, si que existían bastantes en nuestro término, e incluso en el casco urbano, recordemos los que había hasta hace poco en los corrales de la Chorina, paraje ya anteriormente mencionado, así como en el corral trasero de la Tahona de los Montes.
Curiosamente diré que cuando la familia Olivares se traslada desde Algete a San Sebastián de los Reyes, a finales del siglo XVII, se van a vivir a esta calle, y qué familia de este pueblo que busque en sus raíces no se encuentra con este apellido entre sus ancestros. En los datos que se conservan en el Archivo Parroquial aparece que este primer Olivares es natural de Boceguillas, y el padre de éste de la serrana localidad de Riaza, ambos pueblos de la provincia de Segovia, y su mujer Ángela de la Peña es hija de una familia arraigada en Algete.
Por eso desde aquí, desde mi humilde puesto de guardián de la historia de nuestro pueblo, antes como Archivero Municipal y ahora como Cronista Oficial seguiré contribuyendo a que no caigan en el olvido las esencias de su tradición y de sus costumbres, y lo que es más importante dárselas a conocer a los que aquí por diversas circunstancias de la vida se han asentado y afortunadamente se encuentran en un pueblo, hoy ciudad en el que podemos decir lo mismo que se dice de la ciudad de La Coruña, que aquí nadie es forastero, y si tenéis alguna duda repasar mi último artículo en este Diario de Sanse en el que nuestros biógrafos Montero y Jimeno ensalzaban el carácter de nuestros antepasados.
Me alegro de haber contribuido a recuperar bastantes topónimos y entre ellos el de los Olivares para una nueva plaza que se ha abierto al final de la calle Bilbao, y que permanezca en el tiempo para conocimiento de futuras generaciones y a la vez sirva de estímulo a todos aquellos apodacas* que en ella nacieron o crecieron.
FUENTE:https://www.diariodesanse.com/2023/04/07/breves-retazos-de-nuestro-callejero/