POR JOAQUÍN CARRILLO ESPINOSA, CRONISTA OFICIAL DE ULEA (MURCIA)
Al nordeste de la comarca del Puerto de la Losilla, desde el siglo XIV, existía un corredor en donde se agolpaban los mercaderes; venidos de los reinos de Aragón, Castilla, Valencia y Granada, por un mandato real del rey Juan II (de ahí el nombre de “cañada real”).
En dicha explanada hacían turno los mercaderes con el fin de declarar y revisar dicha mercancía—en la aduana de la Losilla de Ulea, y cobrar su tarifa el nombrado por el rey “alcalde de sacas”.
Dicho corredor de la Cañada Real, estaba poco poblado, dado el peligro que ocasionaban las aguas de lluvias torrenciales; tanto para las personas como para la ganadería y animales de carga. Solamente se contabilizaban diez cuevas en el lado de Ulea y ocho en la de Blanca; dado que dicho barranco separaba a ambos términos municipales. A este profundo barranco, que acumulaba todas las aguas venidas de los campos de Ulea, las de Blanca y la sierra de la Pila y, a los senderos de ambos lados, se les llamaba- y se les sigue llamando- “barranco y sendero de los cabañiles”.
Por dicho barranco, de gran profundidad, se canalizaban las abundantes avenidas de agua, piedras y matorrales que llegaban a desembocar en el pantano de Polsagueras; en donde está ubicada en la actualidad, “el paraje y la finca de Los Garrido”. Cuando dicho pantano rebosaba de agua, se abría una compuerta y, por “el Barranco del Mulo”, se vertían dichas aguas en “la rambla del Tinajón”.
Es de notar la gran tarea que tenían los aduaneros, ya que dicho paraje de la Cañada Real, ha servido como escondite de los mercaderes que practicaban el estraperlo de mercancías prohibidas.
Este corredor de Cañada Real- también llamado Barranco de los Cabañiles, configura la frontera entre Blanca y Ulea, teniendo en cuenta de que en la actualidad solo tiene cinco chozas y seis cueva utilizadas por los pastores trashumantes y sus zagales, venidos de los campos de Castilla para pastar las rastrojeras, tras la recolección del trigo y la cebada.
FUENTE: J.C. E.