POR JUAN CUÉLLAR LÁZARO, CRONISTA OFICIAL DE FUENTIDUEÑA Y FUENTEPIÑEL (SEGOVIA)
«La Santa Cruz, ¿cuándo es? Por mayo el día tres».
La cruz parroquial de la iglesia de FUENTEPIÑEL, que acompaña en las procesiones de nuestras celebraciones más importantes en sus recorridos por las calles del pueblo. es una auténtica joya de la orfebrería religiosa segoviana. El hallazgo en el archivo de la Diócesis de Segovia de la documentación que sirvió de base para su fabricación llevó a Pompeyo Martín a escribir un artículo especializado sobre ella. Por él sabemos que el día 19 de enero de 1643 el provisor del obispo de Segovia autoriza al cura de la iglesia parroquial de San Nicolás de FUENTEPIÑEL, D. Alonso Gómez de Novoa, y a su mayordormo, para que acuerden y contraten con el platero de Segovia Antonio de Ávila, la composición de «una cruz de plata para la dicha yglesia, al uso romano, por estar la que al presente ay muy maltratada».
El enorme documento en el que se halla delineado el “patrón” dice: «Esta es la cruz que a de dar executada en toda perfecçion el Sr. Antonio de / Abila platero desta ziudad para la yglesia parroquial de sr. San Nicolas de / Fuentepiñel Tierra de Fuentidueña. Y lo firmamos. Fecho en diez / y nuebe de enero de 643 años. / El licenciado don Alonso Gomez de Novoa = Antonio Dabila y Olmedo». También se alude a la cruz que este mismo platero ha de realizar para la iglesia de Collado Hermoso.
La obra en sí es una réplica bastante fiel del modelo diseñado y se compone en su parte inferior de un tubo para encajar en el astil, decorado con bandas; un bulbo aplanado, en el que simula incrustarse un tronco de pirámide invertida, sobre la que descansa la base de la cruz o manzana, compuesta por un templete circular en el que se alternan seis columnillas dóricas con seis paneles con grabados geométricos; y una media naranja. En los brazos se alternan las líneas rectas y las curvas dotando de un aire preciosista a la obra, sucediéndose en cada uno un rectángulo y una medalla circular que se decoran con sencillos grabados geométricos, estando rematados por unas bolas de factura posterior de los que brotan pequeñas flores que les hacen aún más estilizados.
En la intercesión de los brazos se hallan grabadas en el anverso, la imagen del Crucificado, también de época posterior y factura bastante sencilla, con la ciudad de Jerusalén en forma esquemática, y en el reverso la figura repujada y sobredorada del patrón titular de la iglesia con su báculo y la vestimenta pontificia.
Sus medidas reales son de 79 centímetros de alto y 40 de largo y está toda ella tallada en plata, exceptuando las dos imágenes citadas del medallón central. La marca con los arcos del acueducto segoviano y una inscripción de imposible lectura se encuentran junto a los pies del Crucificado.
¡Buen día!