POR PEPE MONTESERÍN CORRALES, CRONISTA OFICIAL DE PRAVIA (ASTURIAS)
Mi madre hilando.
En su mano izquierda levanta la rueca en la que enrolló un copo de lana, y en la mano derecha sostiene el huso, un palillo con un disco en su extremo, donde enganchó el hilo; con los dedos va dándole al hilo forma de hebra para, en sutil torsión, enrollarlo. Una vez que el huso se llena, desenrollará la fibra hilada, ayudándose de un aspa, para guardarla como madeja; esa madeja la colocaba en mis brazos estirados y paralelos y, sincronizada conmigo, formaba el ovillo; el ovillo, en el suelo, iba reduciéndose a tirones, rodando por la alfombra, mientras me tejía un jersey. El hilo, mi madre, el jersey…,
¿adónde volaron los pétalos de la rosa de ayer?
FUENTE: https://www.facebook.com/pepe.monteserincorrales