POR MAYTE APARISI GUARDIOLA, CRONISTA OFICIAL DE GALAPAGOS (GUADALAJARA)
El pasado jueves 11 de mayo de 2023, tal y como estaba previsto, se celebró en el Ayuntamiento el acto de imposición de la medalla que completaba mi ingreso en la Real Asociación Española de Cronistas Oficiales.
Fue un acto que cumplía todos los protocolos exigidos, pero que a la vez se desarrolló con la cercanía de un evento entrañable y cercano, algo que, en mi opinión, debe caracterizar siempre a cualquier acontecimiento que implique a la Biblioteca (y a vuestra bibliotecaria).
Presidía la mesa el Alcalde, D. Guillermo M. Rodríguez Ruano, a quien agradezco enormemente el honor que, con esta propuesta de nombrar en Galápagos la figura de su Cronista Oficial, me ha hecho al pensar en mí para llevar adelante una emocionante tarea que acojo con entusiasmo.
El hecho de que la Corporación al completo aceptara el nombramiento, hace extensivo mi agradecimiento a cada una y cada uno de sus integrantes.
Junto al Alcalde se sentaba D. Juan Antonio Alonso Resalt, Cronista Oficial de Leganés y Presidente de
RAECO, quien, además de pronunciar unas palabras que explicaban qué es eso de ser cronista y qué es eso de RAECO, incluía en su discurso una maravillosa descripción del trabajo que desempeño en el municipio como Directora de la Biblioteca Municipal.
Sus palabras fueron entrañables y, pese a que nos veíamos por primera vez esa tarde, parecía que nos conociéramos desde hace tiempo. Dejó patente que en cada conversación telefónica o porchat que habíamos mantenido desde el mes de enero fue capaz de comprender mi forma de entender la labor que desempeño, qué son hoy en día las Bibliotecas Públicas y cómo desarrollamos nuestro trabajo quienes a su servicio estamos.
Me impuso protocolariamente la medalla y, además, al finalizar el acto, me sorprendió con un regalo que me será muy útil y me recordará, cada vez que lo vea, que ¡soy cronista oficial!
En el extremo opuesto de la mesa se sentaba D. Luis Miguel Aparisi Laporta, Académico correspondiente
de la Historia, mi padre. Él, con su ejemplo de vida, junto a mi madre (q.e.p.d.), me enseñó a apasionarme con lo
que fuera que hiciese; y sí, así me esfuerzo por disfrutar de mi trabajo en la biblio, y con la misma seriedad y alegría
empiezo a asumir que debo poner por escrito la Historia de Galápagos.
Cuando me comunicaron desde el Ayuntamiento la propuesta de nombrarme Cronista, acudí al Académico entre asustada y sorprendida. “¡Yo no soy historiadora!”, le dije; y, claro, no se pensó ni una milésima de segundo su respuesta: “Cada persona forma parte de la cadena en que podemos visualizar la Historia como una sucesión de eslabones. Cada eslabón es tan importante
como los demás, ninguno puede quitarse. Cada persona, por tanto, escribe en la Historia aun sin emplear papel y
lápiz. Como Cronista, tu deber será emplear papel y lápiz para dejar constancia de lo que sucede a tu alrededor, ¡en
Galápagos!”.
Lo cierto es que él desempeñó su profesión en el campo de la ingeniería durante 47 años (estudió Telecomunicaciones y formó parte del equipo directivo, en dicha área, de TVE) y, sin embargo, sumergirse en el estudio de la Historia de Madrid fue una senda que le ha llevado a escribir más de 200 publicaciones sobre el tema.
Rastrear el paradero del cuerpo de Goya entre Burdeos y Madrid, y poder determinar dónde descansaban sus restos
en un lapso de tiempo en el que se daba por perdido, fue uno de los argumentos que le valieron la entrada en la
Academia (como Correspondiente). Mi padre nos habló de esos eslabones, de aquel estudio primero que hizo sobre
Toponimia Madrileña (por el que obtuvo uno de sus múltiples galardones, el Premio Villa de Madrid de Investigación
“Antonio Maura”), de la importancia de respetar el sentido de los monumentos como parte visible en las ciudades
del paso de la Historia, de sus 5 hijos y de sus 8 nietos…
A continuación, tras haber recibido ya la medalla, en mi intervención expliqué mi trayectoria como “galapagueña de adopción” y agradecí muy en especial la presencia llí de mi comunidad lectora, que incluía a participantes de Clubes de Lectura de chiquitines, infantiles, el juvenil y el de adultos; además de a personas que acuden a la cita mensual con otro tipo de actividades que celebramos constantemente.
Desde aquí, ahora, reitero mi alegría por andar el nuevo camino que se abre en Galápagos para, conociéndolo mejor, quererlo aún más.
¡Gracias, Cronistas de RAECO, por vuestra cálida acogida!, vuestro abrazo me hace sentir que seré capaz de hacerlo.
FUENTE: M.A.G.