POR MANUEL GONZÁLEZ RAMÍREZ, CRONISTA DE ZACATECAS (MÉXICO).
Dos tumbas similares pero con historias diferentes: una está en #Madrid y la otra en #Zacatecas.
Comencemos con la más antigua. Con la de MADRID.
Se trata de la sepultura de la familia Núñez Rubio. Está ubicada en el Cementerio de la Almudena, Madrid, España.
Fue encargada a Mariano Benlliure en 1936 por la joven Pilar Rubio, viuda de Núñez, para albergar los restos de su esposo, aunque su terminación y colocación se retrasó por motivo de la Guerra Civil hasta 1941.
Como prueba de su eterno amor, fue ella misma la que posó para que el escultor modelara la expresiva figura de mujer recostada sobre la sencilla lápida de granito que guarda el cuerpo de su esposo y que está tan solo adornada con una cruz en relieve.
La figura, cincelada en mármol blanco, viste amplios ropajes con marcados plegados, que realzan el contraste de luces y sombras. Con la cabeza ligeramente levantada concentra su mirada en las flores que ha esparcido sobre la lápida, en las que Benlliure combinó bronce y mármol.
Diecisiete años más tarde, Pilar fallecía, y su cuerpo fue enterrado junto al de su marido.
Ahora, hablemos de la cripta de ZACATECAS.
Está situada en el Panteón Municipal de Herrera, al sureste del centro histórico de la Ciudad de Zacatecas, México.
Un velo de misterio la envuelve porque no existe ninguna inscripción, fecha, nombre o cualquier otro dato. Eso originó que se fueran teniendo las más diversas versiones de una leyenda asociada a una mujer que perdió a su hijo y murió de dolor sobre la tumba… donde el cuerpo de ella se convirtió en piedra.
Es una escultura de una mujer de edad avanzada que porta una vestimenta humilde y está recostada sobre la tumba. Su rostro tiene una mueca de un dolor infinito, como cualquier madre que pierde a su hijo.
Fue tallada en cantera rosa a mediados del siglo XX por un artesano de origen zacatecano. Al poco tiempo, le darían ese destino: coronar una cripta.
Nunca falta una flor que alguna persona piadosa le pone junto a una de sus exánimes manos.
A poco más de medio siglo de su realización, la escultura se encuentra en buenas condiciones de conservación. Ya luego les contaré la verdadera historia de este monumento funerario. Tenemos un expediente integrado con la colaboración de uno de los actores de los sucesos. Por lo pronto… seguirá con vida la leyenda popular…