POR MANUEL GONZÁLEZ RAMÍREZ, CRONISTA DE ZACATECAS (MÉXICO)
Una amiga muy apreciada que trabajaba en una conocida empresa de televisión, a menudo realizaba sondeos en la vía pública.
Un 8 de marzo decidió hacer uno relacionado con las mujeres usuarias del transporte público en una de las paradas de autobuses más concurridas.
Entrevistó a los varones. A cada uno le preguntó que si en un autobús que fuera lleno y al ver subir a una mujer joven o embarazada o de la tercera edad le cedería su asiento.
Un hombre sin vacilar le respondió con frialdad: “No, yo no lo haría”.
Por la forma en la que le dio la respuesta, la reportera le dijo indignada: ”Es usted un mal educado e insensible”.
A lo que el hombre, con una mirada risueña, le responde: “No, señorita… es que yo soy el chofer del camión”.