POR JUAN FRANCISCO RIVERO DOMINGUEZ, CRONISTA OFICIAL DE BROZAS (CÁCERES)
Hoy se ha presentado en la CEIM, la Confederación Empresarial e Industrial de Madrid, OECRA, la Oficina Española de Control de los Residuos Alimentarios, que promueve AMER, la Asociación Madrileña de Empresas de Restauración, estando presente su presidente Antonio Galán, a quien acompañaban la vicepresidenta de OECRA, Silvia Catoira y el director general de Agricultura de la Comunidad Autónoma de Madrid, Ángel de Oteo, acompañados por unos 30 empresarios de restauración, pastelería y catering de la región. Yo fui invitado a esta ponencia por mi amiga la extremeña Isabel Mijares presidenta de las Mujeres del Vino www.oecra.es
Comenzó Silvia Catoira diciendo que son los profesionales de la restauración quienes mejor saben cómo aprovechar los restos alimenticios, sin embargo, la Ley estatal que sigue lo propuesto por la normativa legal de la Unión Europea propone importantes sanciones leves graves y muy graves que van desde los 2.000 hasta los 500.000 euros. Esta Ley aún no se ha promulgado porque está en el Senado, pero como se han disuelto las Cortes no tiene al día de hoy efecto alguno.
Lo que pretende OECRA es crear el primer Código de la Alimentación en España que será elaborado por catedráticos de la Universidad Juan Carlos I, doctores en Derecho y en Económicas y otros destacados profesionales del sector. También elaborará un protocolo para individualizar empresa por empresa, pues no es lo mismo un restaurante de pocos metros cuadrados que muchos, pues hay empresas con mucha superficie que nada tiene que ver con las pequeñas empresas que procuran o preparan alimentos. Se procurará que no haya sanciones en los establecimientos donde se aplique el protocolo, pues como es de sentido común, ninguna empresa de alimentación quiere contaminar, ni que se pase hambre en la sociedad. Para ello se procederá a un plan de formación de los profesionales que se impartirá en las empresas y habrá incentivos para esa formación
Por su parte, Ángel de Oteo, habló como director general de Agricultura, aunque faltó por enfermedad su compañera la directora general de Economía Circular, quien afirmó que la Ley no ha entrado en vigor, como si lo ha hecho ya en otros países europeos, trasponiendo a su normativa legal la Directiva de la Unión Europea que propone que para el año 2030 se reduzca en un 50 % los desperdicios alimentarios y en un 20 % en el resto de la cadena alimentaria.
De hecho, ya muchos establecimientos colocan alimentos “feos”, pero sanos a unos precios atractivos para el consumidor. Yo he podido comprobar como la cadena Mercadona rebaja los precios de los alimentos cuando faltan unos días para su caducidad. Y, como consumidor, eso es bueno. Por otra parte, a lo largo de mi ya dilatada vida, solo en dos ocasiones me han puesto en un envase la comida que pagué y no pude comer en el restaurante. Ambas ocasiones fueron en restaurantes de Madrid. Lo curioso es que ahora, según esta ley que aún no ha entrado en vigor si el camarero te pone la comida en un recipiente de plástico te ha de cobrar el envase; sin embargo, si te la pone en un recipiente que se puede reciclar o es biodegradable, el restaurante o te lo ofrece gratis o te puede cobrar.
Los profesionales que se encontraban como asistentes creen que, con el tiempo, se crearán empresas para poder llevarse los residuos alimenticios y adaptarlos como alimentos de animales o bien como “compost” para abonar los campos. Todo esto está aún por venir.